Cultura
Ver día anteriorLunes 9 de agosto de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

No está en el plan original; altera de forma irreversible el inmueble, dicen

Expertos de la UNAM rechazan el nuevo elevador en el Monumento a la Revolución
 
Periódico La Jornada
Lunes 9 de agosto de 2010, p. 9

Miembros del Seminario de Estudio y Conservación del Patrimonio Cultural del Instituto de Investigaciones Estéticas, de la Universidad Nacional Autónoma de México, hicieron una visita técnica a las obras que el Gobierno del Distrito Federal (GDF) realiza en el área del Monumento a la Revolución con motivo del centenario de esa efeméride nacional. Dicho organismo ha expresado su desacuerdo con la ubicación del elevador que actualmente se instala casi en medio de la estructura, porque altera en forma irreversible el espacio central.

El monumento cuenta con un elevador pequeño –hoy día fuera de servicio– en una de las columnas o contrafuertes, que llega al área de terrazas, a un equivalente de 15 pisos de altura, así como un elevador curvo –también fuera de servicio–, con capacidad para dos personas, que conduce a la cúpula. En otra de las columnas hay una escalera de emergencia.

Daniel Escoto, director de la Autoridad del Espacio Público de GDF, explicó que el proyecto de restauración del monumento no fue para poner un elevador, sin embargo, el que ya existe en una de las columnas no llegaba a la linternilla. El nuevo elevador no estaba en los planes originales.

Escoto hizo hincapié en la importancia de rescatar el área de terrazas o mirador, que ofrece una vista panorámica de la ciudad. En primera instancia se intentó rehabilitar el elevador existente, pero fue imposible por cuestiones de espacio, de tecnología; además, no hubiera sido nada fácil subir a las personas con el tránsito que se quiere que se tenga, para que puedan disfrutar de este espacio diseñado originalmente para el monumento.

La propuesta, entonces, fue hacer este elemento externo, que pudiera conectar tanto la entrada al Museo Nacional de la Revolución, que está en uno de los patios de la entrada original, como la subida, y el disfrute que se pueda tener del espacio superior. De allí que se diseñó una estructura, lo más transparente posible.

El nuevo elevador llegará a una terraza interna, más arriba del mirador, de la que habrá que descender por una escalera para salir al área de terrazas. De todos modos, para bajar, será necesaria una escalera.

No es una solución correcta

El arquitecto Carlos Flores Marini, miembro del Seminario de Estudio y Conservación del Patrimonio Cultural, insistió en que la actual no es una solución correcta, que había otras alternativas que tomaban en cuenta la necesidad de no violentar el espacio interno, una de las condiciones elementales del edificio.

Se agotaron todas las demás soluciones, aseguró Escoto. ¿Podemos ver los proyectos que no funcionaron?, preguntó Flores Marini. “No son proyectos ejecutivos como tal –contestó Escoto. Se trajeron técnicos, se analizaron escaleras y estructuras externas, de alguna manera tienen que subir los usuarios.”

Flores Marini pidió ver los permisos respectivos en la medida en que hay que consultar a las direcciones de Arquitectura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y de Sitios y Monumentos del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Escoto les enseñó, entre otros documentos, “un oficio de visto bueno firmado el 23 de junio por el arquitecto Ramón Vargas –responsable de Arquitectura del INBA– cuando el elevador ya estaba puesto”.

La arquitecta Virginia Arroyo Rodríguez, directora general de Sackbé, empresa que ganó el concurso para ejecutar la obra de restauración del monumento, explicó los procesos de limpieza y estabilización de que es objeto el edificio.

Cabe recordar que la estructura original del monumento estaba destinado a ser la nueva sede del Poder Legislativo, encargada por el régimen de Porfirio Díaz al arquitecto francés Emile Bernard. Con el inicio de la Revolución las obras del recinto legislativo quedaron inconclusas. En 1933 el arquitecto Carlos Obregón Santacilia propuso aprovechar dicha estructura para construir un monumento a la altura de la grandeza del movimiento libertario de 1910.

El Seminario de Estudio y Conservación del Patrimonio Cultural se reunirá el lunes 9 para elaborar un dictamen por escrito.