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Acusa a republicanos de obstaculizarla; su discurso, para consolidar apoyo electoral de latinos

Obama renueva llamado al Congreso a impulsar una reforma migratoria

La retórica, buena, pero hay poca evidencia de acciones concretas: ONG de defensa de migrantes

Falló en aprovechar la oportunidad de hacer cambios que no requieren de acción legislativa, aseguran

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Barack Obama saluda al presidente del semanario US News and World Report, Mort Zuckerman, después de convocar al Congreso estadunidense a aprobar una reforma migratoria, durante un discurso pronunciado en la Escuela de Servicio Internacional de la American University, en ChicagoFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 2 de julio de 2010, p. 18

Nueva York, 1º de julio. El presidente Barack Obama instó hoy al Congreso a promover una reforma migratoria integral y criticó a la oposición republicana por obstaculizar esta prioridad con una maniobra que tiene fines electorales –sobre todo para movilizar el voto latino–, porque, admiten la clase política y los expertos, la reforma está casi descartada para este año.

Obama reiteró de que su gobierno ha tomado medidas sin precedentes para asegurar la frontera, pero que la solución real al problema de la inmigración y la seguridad fronteriza requiere una reforma que incluya un mecanismo para legalizar a más de 11 millones de indocumentados, junto con el fortalecimiento de la aplicación de leyes migratorias en el país.

El sistema está descompuesto y todos los saben, dijo. Acusó que la reforma es rehén de posturas políticas, disputas entre intereses especiales y el sentimiento ampliamente compartido en Washington de que abordar un tema tan espinoso es políticamente malo, señaló en un discurso en la American University de Washington.

Instó a los republicanos a sumarse al esfuerzo. Estoy listo para proceder, la mayoría de los demócratas están listos y creo que la mayoría de los estadunidenses están esperando proceder. Añadió que los republicanos son lo que obstaculizan esta iniciativa, y reiteró que sin el apoyo bipartidista que hace sólo unos pocos años teníamos no podemos resolver el problema.

Pero en los hechos, Obama hizo justo lo que acusa a la oposición: subordinar prioridades nacionales al juego electoral. El discurso ofreció poco nuevo ni indicó alguna disposición de su gobierno de invertir el tipo de capital político para la reforma migratoria, que se ha dedicado a otras iniciativas como la reforma de salud, la financiera o la pendiente de energía.

Ante una coyuntura en la que se celebrarán elecciones legislativas nacionales en noviembre y cuando el liderazgo del Congreso y la misma Casa Blanca reconocen que no cuentan con apoyo necesario para promover una reforma migratoria este año, el objetivo principal del discurso, aparentemente, era demostrar a las bases pro inmigrantes, sobre todo las latinas, que continúa dedicado al tema y lograr así consolidar su apoyo vital en varias batallas electorales en el país.

Casi todas las agrupaciones latinas y de defensa de inmigrantes elogiaron el discurso, porque refrendó el compromiso del gobierno para impulsar una reforma migratoria y denunció el clima antimigrante nutrido por conservadores en esta coyuntura electoral. Pero muchos consideraron que aunque la retórica fue buena, hay poca evidencia de acciones concretas del presidente para lograr el objetivo, por lo menos este año.

También fue bien recibido por estos grupos que el presidente demócrata repitiera su crítica a la nueva legislación antimigrante de Arizona, la cual hoy calificó como divisiva y mal elaborada, y advirtió que podría llevar a la implementación de múltiples leyes locales sobre migración, cuando todos sabemos que se requiere una sola norma nacional clara.

Subrayó que se necesita hacer cumplir las leyes nacionales y moldear un sistema que refleje nuestros valores como una nación de leyes y nación de inmigrantes.

Sin embargo, no anunció, como algunos esperaban, que el Departamento de Justicia presentará una demanda legal contra la ley en Arizona (la cual entrará en vigor a finales de este mes), lo que, según se reporta, todavía está por hacerse.

Para otros, Obama dejó pasar esta oportunidad para hacer algunos cambios que no requieren de acción legislativa y que podrían haber mostrado con hechos su disposición para un cambio.

Óscar Chacón, director ejecutivo de la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas y Caribeñas (NALAAC), dijo que una ley que el presidente declara descompuesta implica que al aplicarla ciegamente, especialmente cuando al hacerlo se dividen las familias, es inmoral. Indicó que las redadas, detención y deportación de cientos de miles de inmigrantes no es la solución, como tampoco que a policías locales se les otorguen poderes para actuar como agentes de inmigración, por lo que Obama debería suspender este tipo de acciones.

Juvencio Rocha Peralta, presidente de la Asociación Mexicana de Carolina del Norte, también integrante de la NALAAC, comentó que para las comunidades inmigrantes latinas, que fueron un factor clave en la elección de Obama a la presidencia, no es suficiente escuchar palabras amables e inspiradoras. Necesitamos que el presidente y el liderazgo legislativo demuestren con hechos su compromiso de promover el cambio.

Pablo Alvarado, director de la Red Nacional de Organización de Jornaleros, indicó que el gobierno federal, al fracasar en reformar las leyes, deja un vacío político que están ocupando fuerzas antimigrantes, como en Arizona. Admitimos las limitaciones políticas existentes, pero estamos esperando que el discurso del presidente sea seguido de acciones. En el plazo inmediato esperamos su intervención para prevenir que empeore la crisis de derechos humanos en Arizona.

Pero para algunos líderes latinos, Obama ofreció algo potencialmente positivo. Antonio González, presidente del Instituto William C. Velázquez, dijo que había poco nuevo en el discurso, pero señaló que hubo una referencia a dos iniciativas de ley que han estado estancadas en el Congreso durante años, una para legalizar jornaleros del campo y otra para legalizar a estudiantes latinos, y destacó que el hecho de que Obama reiteró que los continúa apoyando es un giro positivo que podría representar un camino al éxito en el corto plazo, ya que la aprobación de estas iniciativas serviría ahora para proceder hacia una reforma más amplia en el futuro cercano.

González instó al mandatario a promover ambas medidas, ya que gozan de apoyo bipartidista y podrían ser relativamente fácil de aprobar si despliega su capital político en esa dirección.