Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 13 de junio de 2010 Num: 797

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

El verdadero patriota argentino
LAURA GARCÍA

La pasión de Concha Urquiza
JAVIER SICILIA

Breve antología
CONCHA URQUIZA

Cine y zapatismo
JUAN PUGA entrevista con ALBERTO CORTÉS

Las güeras, de José Antonio Martínez
INGRID SUCKAER

Leer

Columnas:
Señales en el camino
MARCO ANTONIO CAMPOS

Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Corporal
MANUEL STEPHENS

Mentiras Transparentes
FELIPE GARRIDO

Al Vuelo
ROGELIO GUEDEA

El Mono de Alambre
NOÉ MORALES MUÑOZ

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
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Breve antología

Concha Urquiza

Job

Él fue quien vino en soledad callada,
y moviendo sus huestes al acecho
puso lazo a mis pies, fuego a mi techo
y cercó mi ciudad amurallada.

Como lluvia en el monte desatada
sus saetas bajaron a mi pecho;
Él mató los amores en mi lecho
y cubrió de tinieblas mi morada.

Trocó la blanda risa en triste duelo,
convirtió los deleites en despojos,
ensordeció mi voz, ligó mi vuelo,

hirió la tierra, la ciñó de abrojos,
y no dejó encendida bajo el cielo
más que la oscura lumbre de sus ojos.

(1937)
 

De
“Jesús llamado el Cristo”

IV

Entre el cobarde impulso de olvidarte
y el doloroso afán de poseerte,
el corazón vacila de tal suerte
que ya no sabe huirte ni buscarte.

Conozco que he nacido para amarte,
que dejarte de amar sería muerte,
y más quiero perderme con perderte
que mi torpe placer sacrificarte.

Mas, ¿qué mucho, mi Dios, si me quisiste
de contrarios principios engendrada?
cielo y tierra es el ser que tú me diste;

y cuando busca el cielo su morada
primera, y va a subir, se le resiste
la tierra, de la tierra enamorada.

(1939)
 

De
“Cinco sonetos en torno
a un tema erótico”

5

Del ser que alienta y del color que brilla
me separa tu cálida presencia,
clausurando el sentido en la vehemencia
de una noche sin fondo y sin orilla.

En ella mi tortuosa pesadilla
te confiere su trágica opulencia,
y tórnaste inmortal como una esencia
siendo que eres trivial como una arcilla.

Te he engendrado en mi lumbre y mi universo,
en tu forma plural he proyectado
la queja vaga y el afán disperso.

Dudando está el espíritu sitiado
si eres mi sangre disculpada en verso
o mi dolor en carne figurado.

(1943)
 

Nox

I

Un soñar con el pálido ramaje
y las llanuras donde cuaja el trigo,
un aspirar a soledad contigo
por los húmidos valles y el boscaje;

un buscar la región honda y salvaje,
un desear poseerte sin testigo,
un abrazado afán de estar contigo
viendo tu faz en interior paisaje:

tal fue mi juventud más verdadera;
en el clima ideal de tu dulzura
maduró mi divina primavera;

y tuve mi esperanza tan segura,
como que en la hermosura pasajera
se me entregaba, intacta, Tu hermosura.

II

¿Cómo perdí en estériles acasos,
aquella imagen cálida y madura
que me dio de sí misma la natura
implicada en Tu voz y en Tus abrazos?

Ni siquiera el susurro de Tus pasos,
ya nada dentro el corazón perdura;
te has tornado un “Tal vez” en mi negrura
y vaciado del ser entre mis brazos.

Universo sin puntos cardinales,
Negro viento del Génesis suplanta
aquel rubio ondear de los trigales.

Y un vértigo de sombras se levanta
Allí donde Tus ángeles raudales
Tal vez posaron la serena planta.

(1945)