Saltillo, Coah., 4 de mayo. El ayuntamiento de Saltillo obligó a la empresa paramunicipal Aguas de Saltillo, filial de la compañía española Aguas de Barcelona, a disminuir sus tarifas y a fijar una nueva cuota económica para colonias populares.

Esta medida forma parte de una estrategia del gobierno municipal para recuperar por completo el control del sistema de aguas de la ciudad, que opera la transnacional desde hace nueve años.

El alcalde priísta de Saltillo, Jericó Abramo Masso, dio a conocer que a partir del primero de mayo los costos por reconexión que la empresa aplica a los usuarios tienen un descuento de 50 por ciento, al pasar de 388 a 194 pesos, y el precio por los gastos derivados de modificaciones de las tomas domiciliarias de agua potable bajará 5 por ciento, de mil 915 a mil 819 pesos.

Los contratos nuevos tienen un descuento de 10 por ciento; además se estableció una nueva tarifa denominada ayuntamiento popular, la cual beneficia a las personas que habitan en colonias donde se han venido instalando en los dos años recientes tomas de agua y drenaje, añadió.

El edil consideró que, en términos generales, los servicios de la empresa son buenos, eficientes, pero son caros si se toma en cuenta que es una empresa paramunicipal, la cual debe mantener un sentido social.

En 2001, el entonces alcalde de Saltillo, Óscar Pimentel González, respaldado por el gobernador Enrique Martínez, desincorporó el sistema municipal de aguas y saneamiento de la ciudad para crear la empresa paramunicipal Aguas de Saltillo (Agsal).

El ayuntamiento y Aguas de Barcelona crearon una sociedad en la cual el gobierno tenía 51 por ciento de las acciones y la empresa el 49 por ciento restante.

En diciembre de 2009, el entonces edil capitalino, el también priísta Jorge Torres López, utilizó los 12.8 millones de pesos de utilidad de operación de Agsal para comprar 4 por ciento de las acciones, y el actual ayuntamiento espera adquirir al menos 9.8 por ciento adicional.