Sociedad y Justicia
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Cuatro estudiosos evocan al estadunidense

Homenaje a Howard Zinn en Casa Lamm
 
Periódico La Jornada
Miércoles 10 de marzo de 2010, p. 41

Cuatro estudiosos y decenas de ávidos escuchas se reunieron este lunes en Casa Lamm para evocar la vida y la obra de Howard Zinn, el intelectual estadunidense fallecido el pasado 27 de enero a los 88 años, quien vio la historia no como un acto neutral, sino como instrumento para facilitar el despertar de las conciencias ante fenómenos como la discriminación racial, el prejuicio sexual y la desigualdad.

Zinn convoca al renacer de las entrañas de oprimidos y explotados; deviene maestro singular que enseña la necesidad apremiante de la lucha y cómo emprenderla. Descubre al ser interior, que expoliado y oprimido, se levanta y rompe las cadenas, expresó Javier Guerrero, del Centro de Estudios de Fronteras y Chicanos del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Para Héctor Díaz Polanco, director de la revista Memoria, Howard Zinn no sólo estuvo siempre en favor de las grandes causas, fue un hombre de esperanza que creía en la resistencia como la actividad más importante para producir finalmente los cambios.

Una de las conciencias más lúcidas del siglo XX. Vinculó de manera persistente el trabajo conceptual e interpretativo, con lo que desde estas latitudes llamamos la vida y la experiencia histórica de los de abajo, expresó John Saxe-Fernández, de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Zinn, quien además era articulista de La Jornada, no pertenece –dijo Saxe– a esa categoría de pensadores que se dejaron tomar por la naturaleza única, irrepetible y el carácter específico de los eventos socio-históricos. Así lo muestra su trabajo sustantivo como historiador, siempre están presentes con él los asuntos que atañen al mundo contemporáneo.

Luis Hernández Navarro, coordinador de Opinión de este diario, hizo un minucioso resumen de la biografía de Howard Zinn y su compromiso social y político, en paralelo con su preparación académica y su tarea como historiador. Lo llamó constructor de movimientos sociales, y estableció que él, junto con Noam Chomsky y Edward Said, fue una de las tres más grandes inteligencias del mundo contemporáneo. Zinn –dijo– fue un historiador que renunció a ubicarse del lado de los verdugos y entendió –en eso coincidieron los cuatro ponentes– que escribir la historia no es un acto neutral”.