Sociedad y Justicia
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La insuficiencia crónica es la tercera causa de muerte en hospitales: fundación especializada

Padecen falla renal 8.5 millones de mexicanos; sólo 30% lo sabe

Cuando el mal se agrava es irreversible y los afectados requieren diálisis o hemodiálisis, advierte Garvey

 
Periódico La Jornada
Miércoles 10 de marzo de 2010, p. 39

Alrededor de 129 mil mexicanos padecen insuficiencia renal crónica, enfermedad cuya frecuencia crece a un ritmo de 10 a 13 por ciento anual y representa la tercera causa de muerte hospitalaria, aseguró la Fundación Mexicana del Riñón.

Leopoldo Garvey, presidente del organismo, advirtió que sólo la mitad de los afectados recibe un tratamiento clínico adecuado, y lo más grave es que con un par de exámenes de laboratorio (de orina y sangre) al año, cuyo costo no rebasa 120 pesos, es posible prevenir el mal.

Asimismo, destacó la importancia de informar a la población sobre los factores de riesgo para el desarrollo de la falla renal, cuya atención ya representa una pesada carga económica para las instituciones de seguridad social, además de los costos financieros y sociales para los afectados.

En conferencia de prensa con motivo del Día Mundial del Riñón –que se celebra cada 11 de marzo–, advirtió que en el país hay al menos 8.5 millones de personas con una falla renal leve, pero menos de 30 por ciento lo sabe. En el futuro –dijo– todas ellas requerirán una terapia de sustitución (diálisis o hemodiálisis), un trasplante de riñón y un tratamiento médico de por vida para evitar el rechazo del órgano.

La insuficiencia renal crónica –señaló– es una enfermedad irreversible que puede afectar uno o los dos riñones. El organismo pierde la capacidad de filtrar las sustancias tóxicas de la sangre, por lo que se hacen necesarios los tratamientos de diálisis o hemodiálisis.

Entre los principales factores de riesgo para el desarrollo del padecimiento están la diabetes mellitus y la hipertensión arterial. Gregorio Obrador Vera, director de la Escuela de Medicina de la Universidad Panamericana, comentó que México carece de información estadística puntual sobre el vínculo entre estas enfermedades, pero en Estados Unidos dos de cada tres individuos que requieren de diálisis peritoneal tienen diabetes e hipertensión arterial. Sólo de alteración de glucosa en sangre, los afectados representan 45 por ciento del total.

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Protesta de familiares de pacientes del IMSS con insuficiencia renal crónica por el cambio de proveedor de terapias de diálisis o hemodiálisis, en marzo de 2008Foto Marco Peláez

El especialista mencionó que la falla renal presenta síntomas hasta que se encuentra en etapas avanzadas, lo cual representa el principal obstáculo para la obtención del diagnóstico temprano, de ahí la importancia de las medidas preventivas, como reducir la ingesta de sal, hacer ejercicio físico a fin de evitar el sobrepeso y la obesidad, y, en su caso, tener control adecuado de la diabetes y la hipertensión arterial.

Además –precisó Garvey–, como parte de las acciones del sistema nacional de salud, de manera rutinaria debería practicarse un examen de laboratorio para evaluar el desempeño de los riñones. La medición del nivel de creatinina en sangre y de proteína en la orina es un indicador claro para estos fines. En caso de detectarse falla renal, es posible retrasar la progresión de la enfermedad, apuntó.

También participó en la conferencia de prensa la anestesióloga Guadalupe Bada Pérez, quien, sin tener antecedentes de diabetes o hipertensión, desarrolló insuficiencia renal. La causa –dijo– fue su estilo de vida: tomaba poca agua, comía mucha carne roja y era sedentaria. Comentó que antes de llegar al hospital por una crisis hipertensiva pasaron unos cuatro años, en el último de los cuales aparecieron algunos síntomas que ella desestimó, como fatiga constante, calambres, resequedad de la piel, depresión, enojo y reflejos disminuidos.

Transcurrió otro año antes de que Bada Pérez fuera sometida a la cirugía de trasplante, la cual le permitió reincorporarse a sus actividades, dijo.

A su vez, Gerardo Villavicencia, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), señaló que el Seguro Popular aún no cubre los gastos de atención médica por dicho padecimiento, por lo que exhortó a las autoridades a buscar alternativas para retomar el proyecto de incorporarlo al Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, el cual empezó en el gobierno de Vicente Fox y se suspendió en el actual.