Zacatecas, Zac., 2 de marzo. Durante casi 12 horas, reos del penal estatal de Cieneguillas contuvieron a unos 400 policías estatales y municipales que intentaban llevarse a 25 internos, presuntos integrantes de Los Zetas, para reubicarlos en cárceles distritales. El saldo fue de cuatro heridos, entre ellos un agente descalabrado.

Alrededor de las cuatro de la madrugada unos 400 agentes de las policías preventiva, ministerial y de tránsito del estado, así como municipales de Zacatecas, Guadalupe, Fresnillo, Jerez y Calera, emprendieron un “operativo de revisión” en el penal, ubicado a la salida noroeste de esta capital y que alberga a unos 600 internos.

Los reos del llamado cañón dorado –la parte poniente de los dormitorios– incendiaron colchones en los accesos para impedir el paso de los policías, a quienes atacaron a pedradas. Dos camiones de bomberos ingresaron para sofocar el fuego, mientras los agentes intentaban abrirse paso con bombas de gases lacrimógenos.

Al menos cuatro ambulancias de la Red de Emergencias Médicas de Zacatecas ingresaron al penal a las 8:40 horas y a las 10:30 con las torretas encendidas.

Circuló la versión de que habría tres reos muertos y una docena de heridos, incluidos cinco policías. Esto provocó histeria entre familiares de los reos, que a gritos reclamaban información oficial.

Alrededor de las 11 horas, otros 20 antimotines llegaron, pero un grupo de mujeres intentó impedirles que entraran para que no sigan golpeando a nuestra gente. Los uniformados entraron tras un conato de bronca.

Una mujer que se identificó como Concepción López dijo que un hijo y su esposo están presos en Cieneguillas, y que los policías están golpeando a nuestros presos y están robándoles sus pertenencias. Por eso exigimos la presencia del Ejército.

Una patrulla de soldados llegó entre aplausos de los familiares, pero se retiró tras escuchar los reclamos contra los policías estatales y federales.

Alrededor de las 15:30 horas los policías comenzaron a salir del penal y en medio de fuerte vigilancia 25 reos fueron trasladados en patrullas a otras cárceles distritales.

En un comunicado, la Secretaría de Seguridad Pública informó por la tarde que el operativo fue exitoso y que prevaleció el diálogo ante la resistencia de reos de uno de los módulos del centro penitenciario.

En el texto, Miguel Rivera Villa, titular de la dependencia, reconoció que “las autoridades determinaron reorganizarse, ya que algunos de los reos se subieron a las azoteas e intentaron lesionar a los elementos de custodia al arrojarles piedras, palos y otros objetos.

Solamente (hubo) tres reos lesionados: Efraín Luna de la Torre, con fractura de tibia y peroné, quien resbaló de la azotea y cayó; José Luis Hernández Pérez, con lesiones en el pie derecho, y Sergio Tenorio Ramírez, con lesiones que no ponen en riesgo su vida y tardan menos de 15 días en sanar. De parte de los policías, un elemento fue descalabrado.

Por razones de seguridad no se dieron los nombres de los reos trasladados a otras cárceles ni la ubicación de éstas.

Sin embargo, por la noche, los presos reanudaron el motín y decenas de policías regresaron, sin que hubiera información oficial al cierre de esta edición.

En los noticiarios nocturnos de los canales locales de televisión se transmitieron imágenes de las luces de bengala y gases lacrimógenos que los policías lanzaron a los reos, así como una entrevista telefónica con un reo, quien aseguraba que hubo dos muertos y que las autoridades los sacaron a escondidas en vehículos cerrados.

La reubicación de los presos habría sido resultado de la revuelta que unos 50 internos del cañón dorado provocaron durante más de siete horas el lunes y que habría causado la muerte de un reo y heridas a nueve, según informes extraoficiales que las autoridades negaron.

Sólo (hubo) momentos de tensión en el Cereso (Centro de Readaptación Social) de Cieneguillas, afirmaron la noche del lunes Carlos Pinto Núñez, secretario de Gobierno, y Rivera Villa, quien aclaró que no hubo riña, motín, violencia ni mucho menos lesionados, a pesar de la presencia de ambulancias y el ingreso de unos 300 antimotines a la prisión.

No hubo nada que lamentar y todo volvió a la normalidad, insistió Rivera Villa tras el motín del lunes, que se inició a las 11:30 horas y concluyó casi a las 18:45, cuando los policías se retiraron de la prisión.