José Luis Romo Trujano, quien en marzo del año pasado mató a un policía al tratar de evitar un retén del alcoholímetro, salió ayer del Reclusorio Sur luego de que el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) redujo la sentencia de 21 años, que en primera instancia se le había impuesto, a cuatro años y tres meses, con derecho a fianza, al considerar que no hubo dolo en los hechos, pues “el ánimo del sentenciado no era otro más que evitar el operativo”.

Así, después de pagar 276 mil pesos por concepto de multa, gastos funerarios y reparación del daño, el joven de 21 años cumplirá su pena en libertad –por ser menor de cinco años– y sólo tendrá que asistir a firmar cada semana a la Dirección de Ejecuciones Penales del DF durante el tiempo de su condena, además de que se le retiró su licencia para conducir por ese mismo lapso.

Al resolver la apelación interpuesta por la defensa de Romo Trujano a la sentencia de 21 años de cárcel impuesta por el juez 65 penal, los magistrados de la Primera Sala Penal, Eduardo Alfonso Guerrero Martínez, Jorge Ponce Martínez y Eva Verónica de Gyves Zárate, concluyeron que si el joven aceleró su vehículo cuando el policía Luis Fernando Corona Mercado se encontraba enfrente de él con el propósito de detenerlo, lo hizo con la intención de huir del lugar y confiando que el occiso desistiera en su intención de detenerlo y saltara del coche.

La madrugada del 13 marzo de 2009, José Luis Romo conducía en estado de ebriedad su automóvil Volkswagen tipo Sport Van, placas MAT-5689 del estado de México, por la avenida Insurgentes, luego de salir de una reunión con compañeros de la universidad, al llegar a la altura de avenida de La Paz, en la colonia Chimalistac, se encontró un retén del programa Conduce sin Alcohol, por lo que varios policías le hicieron el alto.

Aunque, según informó en su momento la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), el muchacho disminuyó la velocidad, al darse cuenta de que se trataba del alcoholímetro aceleró, por lo que Corona Mercado se ubicó frente al automóvil, el cual impactó al uniformado quedando éste sobre la unidad. A pesar de esto, el conductor no frenó y continuó su marcha más de un kilómetro hasta que se impactó con una estatua de Juan Pablo II.

Siete meses después, Romo Trujano fue sentenciado a 21 años de cárcel por el delito de homicidio contra un agente de la autoridad calificado, sin derecho a sustitutivos de prisión, toda vez que el inculpado se encontraba en estado de alteración voluntaria. Al día siguiente la defensa del sentenciado apeló el fallo del juez ante el TSJDF, cuya Primera Sala Penal reclasificó el delito.

Al respecto, el titular de la PGJDF, Miguel Ángel Mancera Espinosa, reconoció que el fallo del tribunal es definitivo y que a la dependencia sólo le queda estar pendiente de que se cumpla con la reparación del daño. En tanto, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal no hizo pronunciamiento alguno sobre el tema, incluso en la oficina de Comunicación Social de la dependencia se dijo que era suficiente con lo expresado por PGJDF.