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Los resultados genéticos revelan muy poco sobre el corto reinado del faraón: científicos

Anuncian más hallazgos y sorpresas con Tutankamón; persisten enigmas
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Momia de la abuela de Tutankamón, mostradas ayer en el Consejo Supremo de Antigüedades de EgiptoFoto Ap
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Momiade la madre de Tutankamón, mostradas ayer en el Consejo Supremo de Antigüedades de EgiptoFoto Reuters
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El sarcófago dorado del rey niño, que se exhibe en el Museo Egipcio de El CairoFoto Ap
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Zahi Hawass diserta sobre los recientes hallazgos relacionados con el monarcaFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Jueves 18 de febrero de 2010, p. 4

El Cairo, 17 de febrero. A pesar de las revelaciones históricas que los avances tecnológicos hicieron posibles, persiste gran cantidad de enigmas en torno a la vida del faraón egipcio Tutankamón, quien a 3 mil años de su muerte sigue representando un reto para los científicos.

Este miércoles, como parte de los estudios exhaustivos mediante tecnología genética de punta que se practicaron a 16 momias, se dio a conocer un dato crucial que explica la fragilidad del gobernante: sus padres eran hermanos, y esta relación incestuosa pudo haber sido la causa biológica de varias de las malformaciones que a la postre lo llevaron a la muerte.

El responsable de ese descubrimiento es el investigador alemán Albert Zink, de la Academia Europea de Bolzano (Eurac), en Italia, quien junto con un grupo de colegas egipcios e italianos rastreó prácticamente toda la historia genética del rey Tut.

De acuerdo con los nuevos resultados de los estudios, puede concluirse casi con certeza que el padre de Tutankamón fue el faraón Akenatón, y la madre fue la mujer cuya momia es identificada con la clave KV35YL, llamada de forma más romántica Young Lady (Dama joven), cuya identidad no ha sido definida, pero que podría ser la hermana del entonces gobernante.

Descubierta en 1898 por el arqueólogo francés Victor Loret en el Valle de los Reyes, cerca de Luxor, la Dama joven es hija del monarca Amenofis III y la reina Tiyi, abuelos de Tutankamón, lo cual hace imposible que se trate de la reina Nefertiti, esposa de Akenatón, famosa por su belleza, explicó el egiptólogo Zahi Hawass, en conferencia de prensa en el Museo de El Cairo.

Sin embargo, hay una segunda hipótesis –teóricamente posible– sobre quién fue la madre del rey niño: Akenatón en realidad lo habría engendrado con otra de sus hijas, con quien pudo casarse gracias a que era considerado un dios terrenal.

La endogamia en el seno de la familia real no era rara: el propio Tut se casó con su hermana o media hermana Anjesenamón. Pero con el tiempo este fenómeno generó en los descendientes un problema de irrigación sanguínea que dañó de manera letal los huesos de los afectados.

Esa enfermedad por sí sola seguramente no llevó a su muerte, pero le redujo fuertemente la movilidad. Esto explica por qué tenía tantos bastones en su tumba. Además, el faraón sufría del peor tipo de malaria, la tropical. Esto, junto con la necrosis ósea, podría haberlo llevado a su muerte, explicó Zink.

A pesar de la luz que arrojaron estos hallazgos sobre la vida de Tutankamón, aún hay muchos puntos oscuros en relación con los sucesos políticos de ese entonces.

El arqueólogo francés Alain Zivie, quien dirige las excavaciones en Saqqara, afirmó que el aporte de las tomografías y los análisis de ADN es muy importante, pero hace falta gran humildad antes de tener todas las respuestas sobre un periodo tan remoto.

Michel Wuttmann, del Instituto Francés de Arqueología Oriental, aclaró que los análisis científicos hacen avanzar la historia, pero sólo una parte de ella. Gran parte del esfuerzo de investigación arqueológica concierne hoy más a la organización social, la economía y el pensamiento.

Otros especialistas confirmaron las aseveraciones de sus colegas franceses: las pruebas genéticas dicen muy poco sobre el breve reinado de Tutankamón, quien ascendió al trono a los 10 años de edad y falleció nueve años después.

En ese periodo se restauró el culto al dios Amón y otras figuras míticas, que fueron descartadas temporalmente por Akenatón, seguidor de Atón, deidad central de un esquema monoteísta que fue considerado herético en su tiempo y desató fuertes enfrentamientos sociales.

Las sorpresas, no obstante, van a continuar: Zahi Hawass anunció que aún esperan nuevos hallazgos genéticos, disponibles dentro de unos seis meses.