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Pretendía dignificar al jugador, pero en realidad quedan en manos de la directiva

Plan de Vida de Chivas, pretexto de Vergara para correr a los símbolos

Siento un gran cariño por Guadalajara, afirma Ramón Morales, nueva víctima del programa

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Ramón Morales enfrenta la decisión de Jorge Vergara de mandarlo a Chivas USA. Imagen de archivoFoto Notimex
La Jornada Jalisco
Periódico La Jornada
Domingo 20 de diciembre de 2009, p. a14

Guadalajara, Jal., 19 de diciembre. El llamado Plan de Vida que implantó el empresario Jorge Vergara desde su llegada al Guadalajara en 2002 y que supuestamente dignificaría al futbolista mexicano, tan sólo ha servido para echar por la puerta trasera a los jugadores símbolo de las Chivas, el más reciente, Ramón Morales.

El proyecto prometía contratos multianuales, reparto de utilidades en imagen y productos vendidos, y sustituir los premios (primas) por un contrato con base en resultados. Crear planes económicos a largo plazo para los jugadores tanto de primera división como de divisiones inferiores, dice el Plan de Vida, que en el papel les asegura su desarrollo personal y profesional, bienestar económico y la permanencia el resto de su vida en la institución rojiblanca.

El 8 de agosto de 2002, Vergara habló maravillas de su plan y aseguró: Quiero crear un proyecto para jugadores, para que se queden en Chivas durante toda su vida, donde les aseguremos un programa de vida. En pocas palabras, de supervivencia para cuando dejen el futbol y no se preocupen por venderse.

La realidad ha sido distinta.

Los jugadores, obligados a firmarlo, ceden automáticamente su futuro a las decisiones de la directiva, ya que en el plan se contempla la posibilidad de mandarlos a Chivas USA en el momento que convenga a los intereses del dueño de Omnilife.

Es el caso de Ramoncito, pero también lo fue antes de los jugadores rojiblancos que se habían convertido en insignias del Guadalajara. En el largo desfile de despidos o cierre de ciclos, como se le llama ahora, estuvieron Ramón Ramírez, Claudio Suárez, Oswaldo Sánchez, Francisco Palencia, Omar Bravo, Paulo César Tilón Chávez y Manuel Sol, además de los 10 técnicos que han recibido el mismo trato en los pasados siete años.

Ramón Morales está contra la pared: no sólo tiene la espada del Plan de Vida, sino también la del pacto de caballeros establecido por los presidentes de los clubes. En caso de no aceptar la propuesta de la directiva de irse a jugar a Chivas USA, los seis meses de contrato que le quedan los pasará con el conjunto sub 20, por lo que no podrá sumar el número de minutos jugados con el primer equipo para la renovación automática de su contrato.

El pacto de caballeros impide a un jugador contratarse con otro equipo sin la anuencia de su club anterior, lo que viola el artículo 17 de la FIFA, que deja libres a los jugadores mayores de 23 años de decidir su futuro en diferentes circunstancias, entre éstas, cuando terminan su contrato.

A sus 34 años, con un torneo sin jugar, Morales difícilmente tendrá la oportunidad de contratarse con otro conjunto de primera división si Vergara hace valer el veto que representa ese pacto y sus únicas alternativas para seguir activo serían el extranjero –lo que es difícil por su edad– o la Liga de Ascenso.

En estas circunstancias, el mediocampista corre el riesgo de sufrir el mismo destino de Manuel Sol, quien se negó a cumplir el último paso del Plan de Vida y sufrió la marginación hasta su retiro inadvertido en 2007, casualmente cuando tenía la misma edad del michoacano hoy.

El que más pases para gol dio

A pesar de que es momento de cerrar un ciclo –de acuerdo con Vergara–, Morales fue el jugador de Chivas que más pases para gol dio el torneo pasado, con cuatro, y anotó en una ocasión, en 817 minutos jugados durante 10 partidos como titular y dos como relevo, pues a partir del Apertura 2009 comenzó la presión al ser relegado paulatinamente, primero por Francisco Ramírez, después por Raúl Arias y ahora por José Luis Real, siguiendo indicaciones de la directiva; además, dejó la capitanía en una decisión que él jugador calificó de personal, pero que ahora adquiere otro relieve.

Ramoncito acumula 440 partidos con el Guadalajara (359 como titular y 213 completos), suma un total de 30 mil 128 minutos jugados y 66 goles.

Sin embargo, no todos los finales han sido predecibles y algunos jugadores le han dado un giro de tuerca a sus propias historias. Tal es el caso de Oswaldo Sánchez, quien después de ser campeón en el Apertura 2006, aceptó un contrato con Santos para evitar irse a Estados Unidos.

Otro hecho similar fue el de Francisco Palencia, quien en contra de su voluntad se fue a Chivas USA para cerrar el ciclo, pero demostró que no era momento para tomar esa decisión al regresar al futbol mexicano en 2007 y a sus 36 años ser campeón con Pumas en el Clausura 2009.

Uno de los ejemplos más recordados es Omar Bravo, quien a pesar de que llegó a jugar con el Tapatío de la Primera A por su decisión de irse a Europa y no renovar el contrato que le propuso el empresario, logró su cometido cuando se convirtió en jugador libre y todavía tuvo la satisfacción de retornar a Chivas.

El Güero Real, ex director de fuerzas básicas, primero dijo si Ramón se queda será un integrante del plantel y lo vamos a tomar en cuenta, pero tan sólo unos días después se tuvo que retractar: lo que yo tengo como algo definitivo es que se van los tres (los otros dos son Amaury Ponce y Gonzalo Pineda, quienes también están transferibles).

Plan inexistente

En diciembre de 1998, uno de los grandes ídolos del Guadalajara de los últimos tiempos, Ramón Ramírez se despedía de la afición rojiblanca para integrarse a las filas del acérrimo rival, América, en una polémica venta.

Entre el alboroto que causó el pase del nayarita a las Águilas, un joven se incorporó a Chivas a petición del entonces entrenador, Ricardo Tuca Ferretti. Provenía de los Rayados de Monterrey y acumulaba seis campañas en Primera División.

Era Ramón Morales, a quien le tocó ver la transición entre la promotora, la asociación civil y la llegada de Vergara con sus Chivas de Corazón y arribó para suplir a su tocayo Ramírez, quien en contra de su voluntad se fue a Estados Unidos y nunca regresó a terminar su carrera en el Guadalajara.

Les he dicho a ustedes el cariño que siento por Chivas, y no sólo por el equipo sino por Guadalajara. Mi hija llegó de 2 años aquí y está por cumplir 15, y ya piensa uno en muchas cosas, recordó el mediocampista, quien ahora está en la misma situación que Ramón Ramírez.

La familia es el principal motivo por el que Morales no acepte irse a Estados Unidos ni al Pachuca, el otro equipo que pre- tendió sus servicios, y el apoyo de sus allegados será único cobijo para resistir la frialdad del jerarca Vergara y un Plan de Vida que nunca existió.

No lo corren: Lebrija

Ante las múltiples críticas recibidas, el presidente deportivo del chiverío, Rafael Lebrija, intentó suavizar la decisión.

“En el caso concreto de Ramón Morales, es una persona que le ha dado todo al Guadalajara, pero también Guadalajara le ha dado todo a Ramoncito. Entonces se le está brindado esa oportunidad, y que comprenda que de ninguna manera se le está corriendo... se le está diciendo que no va a jugar aquí por el momento...”, expuso.