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La información sobre mi muerte es una jugarreta de la historia, dice Martin Smid

Una noticia falsa aceleró protestas que derivaron en la revolución de terciopelo

Mañana, 20 aniversario de la represión contra estudiantes en la entonces Checoslovaquia

 
Periódico La Jornada
Lunes 16 de noviembre de 2009, p. 24

Praga, 15 de noviembre. A punto de cumplirse el 20 aniversario de la revolución de terciopelo continúa el misterio sobre las causas que generaron la falsa noticia de la muerte de un estudiante a manos de la policía, lo cual sirvió de detonante para derribar el régimen comunista en la entonces Checoslovaquia una semana después de la caída del Muro de Berlín.

“Yo prohibía a mi hija ir a las manifestaciones, porque tenía miedo. Pero oí que la policía había matado a un estudiante, Martin Smid. Entonces, le dije: ‘ve’”, recuerda Anna Milotova.

Para muchos, los disidentes eran como el diablo. Pero los alumnos eran considerados inocentes. Eso ayudó a que mucha gente decidiera movilizarse, afirma la realizadora Natasa Dudinski, quien en 1989 era estudiante.

Martin Smid participó en la manifestación del 17 de noviembre, pero se fue antes de que comenzara la violencia policial.

Al día siguiente, una mujer que presuntamente no lo conocía dijo ante un grupo de disidentes encabezados por Petr Uhl, jefe de una agencia de prensa clandestina, que la policía había matado a su amigo Martin Smid.

Estábamos convencidos de que era verdad, asegura Uhl, quien afirma haber transmitido de buena fe la información a las radios extranjeras Europa Libre y Voz de América, muy escuchadas en esa época.

El domingo 19 de noviembre una muchedumbre reunida en la plaza Venceslas repetía el nombre del alumno supuestamente muerto. Ese mismo día la televisión comunista obligó a Martin Smid a desmentir el deceso.

Por la tarde, el disidente Vaclav Havel –quien fue electo presidente el 29 de diciembre– fundó el Foro Cívico, movimiento que se puso al frente de la revolución, de la que resultó un gobierno de entendimiento nacional (10 de diciembre).

La historia me hizo una jugarreta. La ruleta empezó a dar vueltas y yo sólo podía contemplarla, escribió en su portal Martin Smid, actualmente matemático y músico.

Para algunos especialistas, el origen de esa noticia fue un montaje de varios oficiales de la policía secreta StB, con el fin de provocar una masiva reacción de indignación y hacer caer a la vieja guardia en beneficio de los reformistas.

Para otros, fue un intento de acusar a los disidentes de mentirosos para encarcelarlos e impedirles manifestarse el Día de los Derechos Humanos.

Uhl tiene otra opinión: aunque la manifestación del 17 de noviembre no se hubiera llevado a cabo, nuestra revolución habría triunfado de todas formas, algunos días o algunas semanas después.

Tras la caída del gobierno comunista, Checoslvaquia se escindió de manera pacífica para dar paso a dos nuevos países en 1993: República Checa y Eslovaquia.