La crítica que hace la Iglesia católica al aborto no radica solamente en dogmas religiosos, sino en el respeto a los derechos humanos y en contra de la discriminación e incluso se fundamenta en criterios científicos, según sostiene Pedro Rivera Díaz, rector de la Antigua Basílica de Guadalupe.

En conferencia de prensa en la que dio a conocer la instalación en dicho templo de la ofrenda a los abortados, con motivo del Día de Muertos, el prelado expresó su beneplácito por el avance en las reformas que penalizan el aborto en 16 entidades federativas y confió en que pronto más estados se sumen para hacer estos cambios, porque aseguró que las leyes que promueven la interrupción del embarazo son altamente discriminatorias.

Rivera Díaz detalló que por medio de la ofrenda se invoca su intercesión para la conversión de quienes promueven el aborto, y añadió que ésta es también una forma de unirse a todas aquellas personas que en el mundo, en nuestro país y en nuestra ciudad, están trabajando para consolidar la conciencia de la importancia de reconocer, valorar y respetar la vida de todo ser humano desde su concepción hasta su fin natural.

Todos fuimos embrión

Tras resaltar la importancia de las reformas que blindan la vida desde la concepción hasta la muerte natural el religioso detalló que la ofrenda será expuesta desde hoy y hasta el 5 de noviembre e hizo un llamado a visitarla y a orar para que en todo el mundo se respete el derecho a la vida.

Apuntó que no sólo la Iglesia católica mexicana está en contra del aborto. También lo están otras religiones presentes en el país, como otras confesiones cristianas y la judía, pero hizo hincapié en que este tema no sólo debe percibirse como asunto religioso, pues en él también está presente la prevalencia de los derechos humanos, el trato igualitario y el argumento científico.

La individualización de cada uno de nosotros comienza desde el momento de la concepción, y esto lo señala la genética. Desde la concepción cada quien tiene un código genético único e irrepetible, expresó mientras mostraba en una computadora la imagen de un bebé en un ultrasonido en tercera dimensión desde la octava semana de concebido.

Rivera Díaz remarcó que todos fuimos embrión y expresó que afortunadamente nadie pensó que por serlo se podía disponer de nuestra existencia; de lo contrario no podríamos estar presentes ahora y agrego que cuando alguien piensa que tiene derecho a decidir sobre la vida de otro ser humano está discriminándolo, rompiendo la esencia de los derechos humanos, que son independientes de la edad, sexo o de la creencia religiosa o situación económica.

Aseguró que las reformas que promueven el aborto son discriminatorias porque al niño no se le deja vivir y sólo en función de su edad. En tal sentido criticó que se piense que es menos ser humano por tener menos de 12 semanas de gestación.

También refirió que es discriminatorio contra las mujeres porque no se les advierte de manera plena las consecuencias sicológicas y físicas del acto que cometen.