La alta concentración de partículas suspendidas (PM10) en las grandes ciudades del país eleva la mortalidad. En el valle de México un incremento de 10 microgramos por metro cúbico de aire aumenta la mortalidad 1.4 por ciento, lo que significa que con una población de unos 20 millones de personas, 280 mil están en riesgo, indicó Leonora Rojas, titular de la Dirección de Investigación sobre la Contaminación Urbana y Regional del Instituto Nacional de Ecología (INE).

También hay deterioro en la calidad del aire en Toluca, probablemente porque ahí se han instalado más industrias; en Monterrey, donde crece la existencia de PM10, y en Guadalajara, en la que aumenta la contaminación por ozono, agregó.

En su participación en el Taller internacional sobre el carbono negro en América Latina, Rojas detalló que de acuerdo con modelos de estudios internacionales aplicados en México, el riesgo de mortalidad se incrementa si las personas se exponen a 10 microgramos adicionales de partículas de hollín, lo que ocurre sobre todo en las grandes ciudades, por lo que se deben crear programas de renovación de la flota vehicular y tener mejores combustibles y transporte público más eficiente.

Explicó en entrevista que los estudios se han basado en metodologías aplicadas en Estados Unidos y Europa, las cuales han corroborado que existe asociación entre exposición a partículas suspendidas y daños a la salud.

Además de la mortalidad, hay indicadores de morbilidad, como las enfermedades isquémicas y cardiacas, así como el cáncer de pulmón y los decesos de neonatos.

Agregó: hemos tratado de investigar los beneficios que tendríamos como país si pudiéramos tener el combustible UBA (ultra bajo azufre) en todo el territorio nacional, tanto diesel como gasolina, y también si tuviéramos las mejores tecnologías disponibles en vehículos ligeros y pesados en los sectores marítimo y ferroviario (...) Los beneficios rebasan más de 2.4 veces los costos que en algún momento estimó Petróleos Mexicanos (Pemex) para invertir en refinerías y hacer los combustibles UBA.

Tenemos el peor de los mundos, abundó: vehículos con altas emisiones, como los de pasajeros y camiones pesados.

A su vez, Allan Lloyd, presidente del Consejo Internacional para el Transporte Limpio, dijo que por razones de salud pública es urgente que Pemex introduzca combustibles UBA. Esto ha sido aplazado por la paraestatal, a pesar de que la normatividad señala que a partir de septiembre pasado en todo el país debía comercializarse gasolina y diesel con mínimo contenido de azufre.

Rojas detalló que Pemex logró el suministro de gasolina, pero la verdad es que si hubiéramos puesto en una balanza qué necesitamos más, gasolina o diesel UBA, veríamos que es éste. Quizá todo se cumpla en 2015, cuando originalmente era 2009.