Opinión
Ver día anteriorMartes 8 de septiembre de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Melón

¡Gracias!

P

or orden de aparición, va mi agradecimiento por los reconocimientos que me han otorgado, quizá sin merecerlos, las autoridades culturales de Cuernavaca y Veracruz, por cumplir 60 años de actividad sonera: Marta Ketchum Mejía, directora general del Instituto de Cultura de Morelos, y Sergio Villasana Delfín, titular del Instituto Veracruzano de la Cultura.

Permítame decirle, mi querido yeneka, que todavía no me repongo de la sorpresa y la alegría que esto me ha producido. Aprovecho para invitarlo a que me acompañe el 23 de este mes, a las 19:30 horas, al concierto en que me presentaré en el Museo Rufino Tamayo, en compañía de mis Lobos, porque esto sigue, y espero no pare, por lo menos hasta fin de año.

Esto empezó en Cuernavaca, donde antes de iniciar nuestra actuación proyectaron un video con momentos muy significativos de mi trayectoria sonera. Al terminar, me entregaron testimonios que adornan las paredes de mi buhardilla. Más tarde, en mi camerino, hasta una garota apareció dándome una felicitación en portugués, lo cual me tiene más que sorprendido.

Para seguir con el festejo mi amigo Iván Restrepo me invitó a un banquetazo en su domicilio, y a la hora del café recibí un saludo y felicitación del maestro Carlos Monsiváis, a quien, desde aquí, le deseo pronto restablecimiento y doy las gracias.

Para mí, estar en Veracruz es un verdadero agasajo. En el 15 Festival Internacional Afrocaribeño me hicieron otro reconocimiento. Me otorgaron un diploma y la Medalla Gonzalo Aguirre Beltrán, que me tiene como niño con zapatos nuevos. Todo esto me parece increíble y se lo he contado, mi enkobio, sin pizca de presunción, pero me parece justo agradecer lo que han tenido a bien regalarme para tenerme feliz como una lombriz.

Me dio mucho gusto comprobar que amigos y aficionados al son no me han olvidado. Jerónimo Vera y El Chino Sanoja hicieron acto de presencia; doña Graciela y el licenciado Antonio Vázquez Figueroa me llevaron a uno de mis lugares favoritos en el puerto, el Sanborcito (sic) de doña Evelia, donde me despaché una salsa de huevo acompañada de unos frijoles términos con la marca de la casa, o sea, por la maceta. También Charo y Tavo Souza, en compañía del Chiquis y Rafa, me llevaron a La Parroquia, y le metí mano a un lechero y dos canillas.

Ahora le voy a platicar que El Negro Ojeda dará un concierto con el nombre de Monólogo el 19 de septiembre, a las 19 horas, en el Multiforo Ollin Khan, avenida San Fernando esquina Juárez, centro de Tlalpan. Estará acompañado por Gonzalo Sánchez en el bajo, la guitarra de Pepe de Santiago, César Machuca al piano y Rocío Gómez en las percusiones. Dice no sé quién que El Negro es chilango de nacimiento, jarocho por elección; que ha hecho de su vida una dulce y prolongada canción.

A este bohemio lo conocí en casa del doctor Blanco, diletante de la música cubana, a quien le gustaba reunir a soneros aficionados y profesionales con el agregado de Beto Córdova, gran cantante al que le perdí la pista hace algunos años. Eran una delicia esas reuniones, donde el son cubano estaba presente de manera espantosa, como tuvo a bien describir el Ciego Maravilloso, Arsenio Rodríguez.

Los Amos se llamaba aquel grupo en el que tocaba el piano Salvador Ojeda. Recuerdo que el licenciado Mario Ruiz de Chávez se encargaba de la paila, y Tito Bauche cantaba; los dos últimos ya fallecidos, pero los recuerdo con cariño.

Era otro México, y había lugares a pasto donde el son cubano tenía preponderancia, lo cual me hace recordar a soneros de bala, como Pepe Bustos, Lalo Montané, Pablo Peregrino y Salomón Jiménez, quien hizo los arreglos y dirigió el grupo que acompañó a Benny Moré en la última grabación de la voz de oro de Cuba, como se le conoció en México. Dicho sea de paso, en lo último que leí acerca de los 90 años que cumpliría Bartolomé Maximiliano Moré, hay muchas inexactitudes.

Mi querido asere, lo esperamos El Negro Ojeda y éste, su yeneka, a nuestros respectivos conciertos. ¡Vale!