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Recorrió seis municipios de usos y costumbres en Oaxaca

López Obrador asegura que Felipe Calderón ya no manda ni gobierna
Enviada
Periódico La Jornada
Viernes 21 de agosto de 2009, p. 7

San Juan Guelavía, Oax., 20 de agosto. La situación del país será aun peor y la pobreza se extenderá más por todo el territorio mientras no cambie ese sistema basado en la concentración de la riqueza y de los privilegios para unos cuantos, advirtió aquí Andrés Manuel López Obrador.

Sostuvo que Felipe Calderón representa una minoría rapaz, pero a tres años de usurpar el poder ya no manda ni gobierna, porque los potentados ya están creando a otro pelele, a Enrique Peña Nieto, ya que piensan que en 2012 van a seguir con lo mismo, pero ¡eso está por verse!

En su recorrido de ayer por otros seis municipios de usos y costumbres de la región de los valles de Oaxaca, donde indígenas zapotecas viven en la marginación, olvidados por las autoridades, remarcó contrastes: hoy nos enteramos por la prensa que el número de mexicanos en pobreza aumentó, que más de 50 por ciento de la población está en esa grave situación, mientas que los banqueros siguen ganando utilidades millonarias.

Desde Magdalena Teitipac, donde inició la jornada, pasando por San Juan Guelavía, San Sebastián Teitipac, San Juan Teitipac, Santa Cruz Papalutla, hasta San Jerónimo Tlacochaguaya, donde concluyó por la noche, López Obrador se encontró con hombres y mujeres del campo, que son el vivo ejemplo de las carencias en una Oaxaca que, como la definió el senador Gabino Cué, tiene grandes recursos naturales, pero también el primer lugar en desnutrición infantil y en mortandad materna.

El ex jefe de Gobierno del Distrito Federal recalcó que ese régimen de injusticia y de opresión que padecen los oaxaqueños y la mayoría de los mexicanos sólo se podrá revertir con una transformación a fondo de la vida pública.

Recordó la frase de Ricardo Flores Magón, cuando enfrentaba a la dictadura porfirista: Sólo el pueblo puede salvar al pueblo y él la completó: Sólo el pueblo organizado puede salvar a la nación. El cambio, dijo, tiene que impulsarse desde abajo, porque a los potentados no les interesa que el país vaya al desastre y menos el sufrimiento de la gente.

Hasta ayer, López Obrador visitó 107 municipios indígenas gobernados por usos y costumbres, en medio de las presiones del gobierno de Ulises Ruiz, intensificadas en los últimos días, por tratar de impedir que la gente acuda a escucharlo. Por ello, desde San Sebastián Teitipac le envió un mensaje: aunque siga amedren- tando a las autoridades municipales para que nos cierren las puertas, el pueblo nos recibe.

López Obrador, sin embargo, llevó ayer a cabo sus recorridos por tierras zapotecas sin ningún incidente. Incluso, en San Sebastián Teitipac, donde la comunidad tiene tomado el edificio municipal por problemas entre viejos y nuevos priístas, encabezó sin contratiempos una concentración.

Ahí dijo que ha podido constatar que en más de 60 por ciento de los municipios recorridos los caminos son de terracería, pero lo peor es que en la mitad de los mismos Ulises Ruiz nunca se ha presentado y está a punto de concluir su gobierno. ¡Cuánto desprecio por la gente!, ¡no merecen ustedes un gobernador tan malo!

Un día antes, cuatro de los alcaldes de las comunidades que visitó cerraron los palacios municipales, aunque el edil de Santo Domingo Albarradas le dejó por escrito la bienvenida y sus demandas, entre ellas que se pavimenten los 40 kilómetros de carretera, para que puedan comunicarse con los demás pueblos.

Más adelante, en San Juan del Río, el edificio de gobierno municipal cerró y hasta cortaron la energía eléctrica. En cambio, en Santa Ana del Valle fue recibido como personaje distinguido por el alcalde Aurelio Valeriano y el cabildo en pleno. Fue día de fiesta; un grupo de niños bailó la danza de la pluma, se repartieron tamales y mezcal, y el munícipe zapoteco felicitó a López Obrador por su decisión de viajar a regiones recónditas para hablar con los más pobres del país y lo definió como un un ejemplo de lo que deberían ser los gobernantes: honestos y siempre preocupados por la población.