Cultura
Ver día anteriorJueves 25 de junio de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

La obra del escritor albanés denuncia cualquier forma de totalitarismo, indica el jurado

Honran a Ismaíl Kadaré con el Príncipe de Asturias de las Letras

Trabajar en libertad o en opresión no ha cambiado mi forma de escribir, dice desde Tirana

Compartirá escenario con la UNAM, durante la entrega de los premios en Oviedo

Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 25 de junio de 2009, p. 3

Madrid, 24 de junio. El escritor albanés Ismaíl Kadaré, de 73 años, lleva décadas narrando en sus novelas, cuentos y poemas las desventuras y vaivenes de una de las regiones del planeta más complejas y turbulentas: los Balcanes.

La obra del narrador, así como su trayectoria personal, también traumática con su tierra, fueron reconocidas hoy con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, al considerarse que sus escritos se proyectan en el escenario contemporáneo como denuncia de cualquier forma de totalitarismo y en defensa de la razón.

Kadaré nació y creció en Albania, cuando ese país estaba bajo la dictadura comunista, si bien su vocación literaria estuvo más condicionada por sus lecturas de niño y joven, en consonancia con la amplia tradición literaria y humanística de los Balcanes.

Su tierra ha sido escenario y testigo de las dos guerras mundiales del siglo pasado, pero también de la división política que heredó el nuevo orden geopolítico de entonces.

Kadaré, de cuna de intelectuales y artistas de su natural Albania, vivió de niño la ocupación de su tierra por la Alemania nazi; sin embargo, su obra se empezó a perfilar gracias a la educación y las lecturas que recibió en Moscú y a los rigores asfixiantes del régimen político de su país.

Entre Tirana y París

El jurado del prestigioso galardón destacó que Kadaré es un novelista, poeta y ensayista que tiene tras de sí una obra repleta de belleza y “hondo compromiso de su creación literaria.

Asimismo, se afirma que narra con lenguaje cotidiano, pero lleno de lirismo, la tragedia de su tierra, campo de continuas batallas. Dando vida a los viejos mitos con palabras nuevas, expresa toda la pesadumbre y la carga dramática de la conciencia.

El jurado también enfatizó que su compromiso hunde las raíces en la gran tradición literaria del mundo helénico.

El escritor albanés estaba en su casa de Tirana –vive la mitad del año en París– cuando recibió la noticia del galardón, al reconocer que sabía de su postulación, así como de las numerosas ocasiones en las que ha sido candidato al Nobel de Literatura.

Los premios no nos gustan cuando los perdemos y nos agradan cuando los ganamos. Sirven muchas veces para subrayar el camino, aunque no me obsesionan. He sido candidato al Nobel tantas veces que hay gente convencida de que me ha sido concedido, señaló.

En cuanto a su literatura como herramienta de sobrevivencia ante la rigidez del régimen que vivió durante buena parte de su vida, Kadaré explicó: Mi forma de vida se atiene a una profunda relación con la literatura. No importa dónde me encuentre, los lazos son siempre igual de estrechos. Tanto es así, que no he escrito de manera diferente bajo la dictadura comunista o bajo un régimen democrático como el francés. En ambos casos, mi vida y mi trabajo estaban unidos al cordón umbilical de la literatura. No puede decirse que trabajar en libertad o en opresión haya cambiado mi forma de escribir.

Foto
Ismaíl Kadaré, novelista, poeta y ensayista

Kadaré es el escritor albanés más conocido en el mundo y uno de los autores balcánicos más traducidos y admirados. Sus obras han sido traducidas a más de 40 idiomas, incluido el español. También ha tenido una intensa vida política; se exilió en París en 1990, sólo un año antes de la caída del Muro de Berlín, tras haber sido vicepresidente del Frente Democrático.

Polémica deliberación

A diferencia de otros años, la elección de Kadaré no fue unánime. Incluso algunos integrantes del jurado expresaron su disconformidad con la designación de autor albanés frente a otros escritores, como Antonio Tabucci, Cees Noteboom y el eterno candidato Juan Goytisolo.

De todos ellos, el caso más llamativo es el del escritor barcelonés residente en Marrakech, quien, lejos de suscitar adhesiones en su propio país, suele despertar la animadversión de las camarillas literarias.

Además de la negativa a Goytisolo –tampoco tiene el Cervantes–, la rutina habitual de los premios Príncipe de Asturias también se vio alterada por las declaraciones de uno de los integrantes del jurado, Fernando Sánchez Dragó, a sólo unos minutos de anunciarse el fallo.

Al respecto, señaló: La mayor parte de los lectores, oyentes o telespectadores se preguntarán quién es Ismaíl Kadaré. A mí me gustaría aclararles esta duda y decirles que los miembros del jurado han premiado al señor más importante de Albania; lo que no sabemos es si es el único.

Asimismo, añadió que una institución tan sólida (en alusión a la fundación que otorga los premios) como ésta puede y debe permitirse el lujo de alguna extravagancia y este premio lo es. Pues los méritos de Kadaré no están a la altura de otras candidaturas. Sánchez Dragó, escritor con fuertes vínculos con el derechista Partido Popular (PP) y quien en su día afirmó que los migrantes huelen mal y que se debía dar un cerrojazo a la inmigración, confesó que había votado en blanco.

El Príncipe de Asturias de las Letras compartirá escenario en Oviedo, capital de Asturias, con destacados personajes e instituciones, como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que este año también ha sido reconocida. El premio consta de 50 mil euros y una escultura de Joan Miró.