Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 7 de marzo de 2010 Num: 783

Portada

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Las ciudades de Carlos Montemayor
MARCO ANTONIO CAMPOS

Montemayor: regreso a las semillas
RICARDO YÁÑEZ Entrevista con DANIEL SADA

La autoridad moral de Carlos Montemayor
AUGUSTO ISLA

Carlos Montemayor: ciudadano de la República de las Letras
LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO

Recuerdo de Carlos Montemayor
LUIS CHUMACERO

In memoriam
Carlos Montemayor
MARÍA ROSA PALAZÓN

Ser el otro: Montemayor y la literatura indígena
ADRIANA DEL MORAL

Quiero saber
CARLOS MONTEMAYOR

Parral
CARLOS MONTEMAYOR

Columnas:
La Casa Sosegada
JAVIER SICILIA

Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Corporal
MANUEL STEPHENS

Mentiras Transparentes
FELIPE GARRIDO

Al Vuelo
ROGELIO GUEDEA

El Mono de Alambre
NOÉ MORALES MUÑOZ

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
Núm. anteriores
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En el Reclusorio Norte con los seis vascos
detenidos por su presunta participación con
el grupo terrorista ETA, noviembre de 2004.
Foto: María Melendrez/ archivo La Jornada

In memoriam
Carlos Montemayor

María Rosa Palazón

Con las llaves de Urgell, el llano que vigila la virgen del Remei con ojos apiadados. Es el nombre de los cuentos que, a tus diecinueve años, te catapultaron a la fama. La aprovechaste para deshacer tantas falsedades genocidas: ideales forjaron tanto a la Liga Comunista 23 de Septiembre como a Lucio Cabañas. Hubo guerra en el paraíso…

Cuánto te amamos, Carlos. Cuánto te odió el dominio.

Los dones de una personalidad grande también se manifiestan en lo individual.

Intentó abrirle la mente. Entendía mucho de política: “No vayas a Tlatelolco. Es una encerrona. Será una masacre.” Permaneció sorda. Más de treinta años después le agradeció públicamente aquella acción. La necia había perdido las llaves de Urgell. Se salvó por azares inexplicables.

Carlos, te marchas dejando a tu espalda sismos y asesinatos de hunters, de espurios y de las fuerzas del Estado. Hay cabezas sin cuerpo, narcotráfico, fraudes, miedo…

Tu Parral de origen, tus vides imaginarias, tu cantarito de miel gritan al mundo: cuánto horror. Sin embargo, también está tu luz redentora, Carlos Montemayor.

Llevo cargando un saco de tristezas, pero tu resplandor me permite contemplar la plana d' Urgell. ¿Dónde están las llaves? Se metamorfosearon en el camino que abriste a golpe de hacha.

Adelante, sigamos hasta encontrarte.