El actual conflicto en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) “se puede resolver con voluntad y disposición al diálogo”, siempre y cuando no se mezcle la política con la educación y no se estigmatice a dicho colegio como “elitista y neoliberal”.
Así lo afirmó Roberto Gutiérrez Rodríguez, jefe del departamento de Economía de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, quien advirtió que si no hay una pronta resolución del diferendo, el CIDE podría sufrir una merma en su prestigio y su nivel académico.
“Los egresados de las primeras generaciones del CIDE vemos lo que pasa con una profunda preocupación y frustración por no poder hacer nada, pero creemos que se puede resolver con un poco de voluntad y disposición de las partes al diálogo”, externó el académico en entrevista con La Jornada.
Sin embargo, para que esto sea posible, es necesario que el trabajo de este centro educativo no sea estigmatizado “como un lugar de ‘conocimiento de élite’, cuando en realidad es una institución pequeña porque no tiene cupo para más estudiantes, debido a que tiene un presupuesto limitado”.
De igual forma, Gutiérrez llamó a que se deje de lado el discurso público de algunas autoridades de que el CIDE es un organismo de corte “neoliberal”, pues de lo contrario se continúa con “una visión reduccionista que pone en un casillero a la institución. Al acusarla de ‘neoliberal’, se creó un círculo vicioso de desacuerdos que con el tiempo fue creciendo y alejando más a las partes”.
El investigador enfatizó: “Nos preocuparía muchísimo que en el CIDE se mezcle la política con la educación de excelencia, porque en estos momentos difíciles por la pandemia tenemos que rescatar nuestra capacidad para evitar que el CIDE se debilite”.