Jueves 14 de agosto de 2025, p. 23
Washington. El secretario de Estado estadunidense, Marco Rubio, impuso restricciones de visas a funcionarios de los gobiernos de Cuba y Brasil, así como a ex directivos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), por su participación en el programa Más Médicos lanzado por la presidenta brasileña Dilma Rousseff (2011-2016) para atender zonas rurales y desfavorecidas. Brasilia defendió el programa y calificó de “ataques injustificables” la decisión de Washington.
Rubio acusó a los sancionados de haber “facilitado la estratagema” de La Habana que “explota” a sus médicos “mediante trabajos forzados” y cobra “lo que se debía a los trabajadores médicos cubanos” quienes fueron “explotados por el régimen cubano” que “se enriquece” con el programa.
“Utilizaron a la OPS como intermediaria con la dictadura cubana para implementar el programa sin cumplir los requisitos constitucionales brasileños, eludiendo las sanciones de Estados Unidos contra Cuba”, denunció Rubio.
“El programa salva vidas y cuenta con la aprobación de quien es más importante: la población brasileña”, dijo en X el ministro de Salud de Brasil, Alexandre Padilha, al tiempo que aseguró su continuación. En Más Médicos, la mayoría de los profesionales participantes son cubanos, pero también los hay de Bolivia, Venezuela, Argentina y Paraguay.
“Deshumanizan la migración”
En otro orden noticioso, expertos en estrategias persuasivas de grupos extremistas violentos en redes sociales consideran que los chistes y memes que la Casa Blanca suele difundir para promover sus duras e impopulares políticas de migración –como la imagen de una fila de inmigrantes esposados subiendo a un vuelo de deportación, entre otras– minimizan el impacto de las redadas en la vida real. “Normalizan la agresión (…) y la deshumanización de otros, inmigrantes o no”, señaló Kurt Braddock, profesor de la American University.
En este contexto, migrantes relataron lo que vivieron tras haber sido detenidos en redadas. Es el caso de Yahir, de 43 años, quien creció en México y a los 13 años cruzó sin documentos a Estados Unidos, se estableció en California, trabajó en granjas, se casó y tuvo seis hijos. El 10 de julio fue detenido en el trabajo y deportado a Tijuana. “Fue como una pesadilla, pero estaba despierto”, afirmó.
Tambiém una pareja mexicana propietaria de una panadería del sur de Texas fue declarada culpable de ocultar a trabajadores indocumentados; ambos fueron arrestados junto con ocho empleados y están en libertad condicional hasta su audiencia de sentencia, que será en noviembre.