Martes 12 de agosto de 2025, p. 21
El encarecimiento de los alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar; así como los cuidados personales, educación, cultura y recreación, contribuyeron al aumento anual del costo de las canastas alimentaria y no alimentaria tanto en el ámbito rural como el urbano en México durante julio, cuando alcanzó el nivel más alto desde enero de 1992, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), al dar a conocer el primer informe a su cargo de las Líneas de Pobreza.
En julio de 2025, una persona en México requería mil 856.91 pesos para adquirir la canasta alimentaria en el campo y 2 mil 453.34 pesos en las ciudades, lo que representó aumentos anuales de 2.9 y 4.3 por ciento, respectivamente.
La variación en el ámbito rural se ubicó por debajo de la inflación general anual del país (3.5 por ciento en julio de 2025), mientras en el urbano la superó por 0.8 puntos porcentuales.
La línea de pobreza por ingresos, que además de la canasta alimentaria considera la no alimentaria (es decir, otros bienes básicos como productos de higiene y limpieza, servicios públicos, transporte y salud), ascendió en el ámbito urbano a 4 mil 718.55 pesos por persona al mes y en la zona rural a 3 mil 396.71 pesos, 3.6 y 3.1 por ciento anual más, lo que equivale a encarecimientos de 165.56 y 102.88 pesos, en ese orden.
Esto significa que en las ciudades una familia de cuatro integrantes necesitaría al menos 18 mil 874.20 pesos para cubrir sus necesidades básicas.
Los alimentos y bebidas consumidos fuera del hogar, así como el de bistec de res, fueron los productos que más contribuyeron al aumento anual de la canasta alimentaria, tanto rural como urbana, con cambios porcentuales anuales de 7.8 y 18, respectivamente. No obstante, ambos presentaron mayor incidencia en el ámbito rural. La carne molida de res fue el tercer producto que más contribuyó al aumento de la canasta alimentaria en el campo (16.6 por ciento). En el urbano, fue la leche pasteurizada de vaca (8.3 por ciento).
Sólo el valor monetario mensual de los alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar fue de 408.10 pesos en el ámbito rural y de 748.90 en el urbano.
Respecto a la canasta no alimentaria destacaron los rubros de cuidados personales, con un aumento de 5.5 por ciento anual, y educación, cultura y recreación, con 5.7 por ciento. En el urbano, destacaron los de educación, cultura y recreación, así como los de vivienda y servicios de conservación