El objetivo, reducir la pobreza y desigualdad
El gobierno de Claudia Sheinbaum planea un incremento de 12 por ciento
Lunes 11 de noviembre de 2024, p. 25
Los incrementos al salario mínimo que se han hecho en los últimos años, más los propuestos por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para su administración, representan uno de los principales retos del Banco de México (BdeM) en su objetivo permanente de contener la inflación, coincidieron los especialistas.
Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador el salario mínimo registró un aumento nominal –sin descontar la inflación– de 182 por ciento al pasar de 88.4 pesos a 248.93 pesos diarios, mitigando la merma de 40 años al poder adquisitivo de las familias mexicanas. Para 2025, el gobierno planea una nueva alza de 12 por ciento.
Ramsé Gutiérrez, codirector de Inversiones de Franklin Templeton, explicó que el riesgo inflacionario implícito por el alza salarial ha ido incrementando año tras año, ya que cada vez más puestos de empleo se ven afectados por estos aumentos, y aunque la inflación anual ha mantenido una tendencia a la baja, el BdeM tendrá que monitorear de cerca el impacto.
En 2019, el salario mínimo se incrementó a 102.68 pesos diarios, lo que representó un aumento de 16.2 por ciento; para 2020, el alza fue de 20 por ciento, para llegar a 123.22 pesos; para 2021, hubo otro 15 por ciento a un nivel de 141.70 pesos; en 2022, fue de 22 por ciento para alcanzar 172.87 pesos, para 2023 hubo otro de 20 por ciento, y llegó a 207.44 pesos, mientras que el de este año fue de otro 20 por ciento para terminar en 248.93 pesos por día.
Estos aumentos, de acuerdo con Franklin Templeton, más el posible 15 por ciento del próximo año, han ido cerrando la brecha en el poder adquisitivo del salario mínimo, una merma que se arrastra desde 1993.
De continuar con la tendencia, agregó, la brecha podría desaparecer en 2027, lo que significa que un salario de 2027 por fin sería equivalente a uno de 1983, y no menor como en los últimos 40 años.
Recientemente, Jonathan Heath,subgobernador del Banco de México, dijo que nuevas alzas de doble dígito al salario mínimo podrían revivir
la inflación. Toda esta parte de las presiones salariales, tanto del salario mínimo como los medios, es precisamente el reto más grande que tenemos que enfrentar para empezar a ver que finalmente se rompe la persistencia de la inflación de los servicios y cruce el primer umbral de 5 por ciento y comencemos a ver una clara tendencia a la baja. Sí es una parte que ocupa y preocupa en nuestro análisis
.
Analistas de Citibanamex coinciden en que las alzas al salario mínimo pueden llevar a mejoras en ciertos indicadores de pobreza y desigualdad, dado que cuando es bajo se ha documentado que un incremento puede contribuir a mejorar las métricas de pobreza y desigualdad sin que se observen efectos adversos en inflación y en empleo.
En este sentido, señalaron que hay evidencia de que la pobreza por ingresos disminuyó gracias al incremento al minisalario y de que no se observaron efectos significativos sobre el empleo; no obstante, advirtieron, hay límites para que no se observen efectos adversos en ese rubro y en la inflación.
Por el lado del empleo, explicaron, los aumentos pueden generar presiones para ajustar los salarios de otros trabajadores cercanos en la escala salarial lo que se conoce como efecto faro, y si bien hasta 2023 el efecto fue limitado por el bajo salario inicial, ahora el contexto es diferente por las fuertes alzas acumuladas, lo que puede desincentivar la creación de nuevas plazas laborales.
Respecto a la inflación, continuaron, aunque el impacto depende de factores como productividad, estructura de costos y capacidad de las empresas para absorber los aumentos, se puede generar un alza en los precios si las empresas trasladan el mayor costo laboral a los consumidores.