Opinión
Ver día anteriorMartes 12 de septiembre de 2023Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Dinero

El Año de Hidalgo de los pobres // Marcelo y Cuauhtémoc, paralelismos // ¿Es mexicano Verástegui?

Astillero

Marcelo a Morena: no soy yo, eres tú // Indeciso, busca ganar tiempo // Reactivan trabajos en Ohuira // Funcionarios (cuando menos) indolentes

Enrique Galván Ochoa
Julio Hernández López
Negocios y empresas

Trabajo informal

México SA

Marcelo Ebrard: ¿para cuándo? // Amenaza con irse, pero no se va // ¿No seré factor de división?

Miguel Pineda
Carlos Fernández-Vega
Ciudad perdida

Las clases medias, el reto de Ebrard

Narcotráfico: el punitivismo insostenible
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l Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de Naciones Unidas (Simci) divulgó ayer un informe, según el cual Colombia se mantiene como el país donde se cultiva más hoja de coca y se produce más cocaína. Además, de 2020 a 2022 hubo un incremento de 204 mil a 230 mil hectáreas plantadas con hoja de coca, lo que supone un potencial de producción de mil 718 toneladas de cocaína.

Miguel Ángel Velázquez
El Correo Ilustrado

N de la R

R

especto de la nota titulada: Como administradora de empresas estatales, Sedena recibirá más del doble, publicada el sábado (bit.ly/3LkIdkG), la información editada en el primer párrafo da a entender que el gasto en seguridad se duplicará, lo cuál no es así.

Gracias a Biden, el partido de la guerra está de vuelta

Las políticas del presidente se reflejan en sus nombramientos: ideólogos que se debieron haber retirado después de debacles en política exterior.

E

l presidente Joe Biden recientemente nombró a Victoria Nuland, quien fue la persona en Irak de Dick Cheney, como subsecretaria de Estado en funciones, que es el cargo núme-ro dos de ese departamento. Designó a Elliott Abrams, quien además de haber sido condenado por perjurio fue un sombrío apologista de los torturadores de América Central durante el gobier-no de Ronald Reagan, como miembro de su Comité Asesor en Diplomacia Pública.

Katrina Vanden Heuvel*
Seguimos avanzando a pesar de todo
H

oy los procesos de transformación política son en general lentos, imperfectos, impuros, impredecibles y de largo plazo y rebasan con creces las vidas de nosotros los mortales. Nuestros legítimos impulsos por la justicia social y ambiental, con toda la pasión que siempre le acompañan, no se verán necesariamente satisfechos en nuestras cortísimas vidas. Para quienes estamos en la etapa final el panorama que hoy vivimos en nuestro país constituye un regalo del cielo. Desde aquí me veo, junto con tantos apreciados camaradas, compañeros, colegas, o su recuerdo, saliendo en 1966 a las calles para protestar por la invasión estadunidense, y luego en 1968 para levantar los adoquines junto a los jóvenes del mundo, y en los 70 contra la destrucción de las selvas tropicales del sureste. Lo que ha avanzado el país en múltiples dimensiones durante estos cinco años me parece muy gratificante, una vez que tapamos los oídos a la vocinglería desesperada de los mayores medios de comunicación y nos vamos al análisis objetivo de los datos.

Pueblos indígenas: adiós a la llamada nueva relación
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n los tiempos del suspendido diálogo entre el gobierno federal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se afirmó que se construiría una nueva relación entre el Estado y los pueblos indígenas. La ceremonia del adiós se inició en septiembre de 1996, cuando esta fuerza política declaró la suspensión del diálogo a partir de una crisis en la que sería segunda mesa sobre democracia y justicia. Se cumplen 27 años de ese hecho que no se declaró como ruptura, pues la Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas de 1995, estableció que mientras el diálogo se mantenga el Estado no ejercerá acciones persecutorias por el levantamiento armado del EZLN del 1º de enero de 1994. Dicha ley, vigente por cierto, no estableció sanciones al Estado en caso de incumplimiento de los acuerdos firmados el 16 de febrero de 1996, los de San Andrés sobre derecho y cultura indígena como resultado de la mesa uno, que a la postre se convirtió en la mesa única. No es posible ampliar esta efeméride, pues ya es muy conocido que los sucesivos gobiernos desde entonces han ejercido la guerra por otros medios, como diría el clásico. Incluida en ello la contrarreforma indígena de 2001 que en tiempos de Fox pretendió con partidos aliados declarar cumplidos los acuerdos de San Andrés. Con ello se dio al traste con la voluntad política expresada por el EZLN de reanudar el diálogo si se cumplía con las condiciones que fijaron, entre ellas la reforma constitucional acorde con los acuerdos referidos.

Víctor M. Toledo
Magdalena Gómez
El narco en la Lacandona
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l crucero San Javier, en la carretera Palenque-Trinitaria, es punto estratégico del antiguo Desierto de la Soledad. Allí se cruzan las comunidades que integran la comunidad lacandona: Frontera Corozal, Lacanjá y Nueva Palestina, donde viven choles, lacandones y tseltales. El crucero es, simbólicamente, la sede del comisariado de bienes comunales. Allí se encuentra, también, la agencia de la fiscalía indígena y de la policía municipal.

El consenso en la 4T
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ntre amenazas de conmoción transcurre la República construyendo las condiciones para extender los beneficios del primer tramo de la 4T, al siguiente tramo. Morena casi ha resuelto su diseño para transmitir el poder político al relevo esperado. Claudia Sheinbaum es garantía de continuidad, algo imprescindible para las mayorías. El segundo piso de la 4T –así lo refiere Claudia– es continuidad con cambio; con el cambio que se desprenda de la actualización de los diagnósticos del estado de una nación donde la pobreza y la desigualdad siguen siendo la prioridad número uno. Con el cambio, asimismo, derivado de la mirada de una mujer que tiene ideas propias, ideas de mujer, en primer lugar.

Luis Hernández Navarro
José Blanco
La democracia debe mostrar que puede dar mejores resultados concretos, o arriesgarse a perder a los jóvenes
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os reportes sobre la muerte de la democracia son muy exagerados. La mayoría de las personas en todo el mundo prefiere vivir en sociedades democráticas. Consideran que este sistema puede mejorar sus vidas y resolver problemas comunes. También se inclinan fuertemente hacia la postura de que los gobiernos deben defender los derechos individuales de los ciudadanos, independientemente de su apariencia, religión y su orientación o preferencia sexual o de género. A nivel global, quieren que haya mayor cooperación e instituciones más fuertes. En otras palabras: aún tienen fe en los ideales democráticos y multilaterales.

Mark Malloch-Brown*