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Se conoce su toxicidad hace 50 años

Urge prohibir en definitiva el asbesto por cancerígeno

En México aún hay láminas y tinacos con potencial de generar enfermedades pulmonares // En 2017 se importaron toneladas de productos, asegura la científica Guadalupe Aguilar

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▲ En 2013, personal de microanálisis de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios trasladó toneladas de asbesto comprimido que se encontraban almacenadas al aire libre en la central de abastos de Veracruz.Foto Cuartoscuro
 
Periódico La Jornada
Martes 23 de mayo de 2023, p. 15

El asbesto es una fibra tóxica que ocasiona un tipo de cáncer en los pulmones, y aunque se detectó esa peligrosidad desde la década de los años 70, México importó este material aún en 2017. El país carece de un programa para su eliminación, manejo y disposición adecuada, sostiene Guadalupe Aguilar Madrid, profesora de la Facultad de Medicina, quien desde 2000 estudia este material peligroso.

Se consideró como una fibra milagrosa, ya que es aislante del frío y del calor. Tenía muchos fines. Después de entre 30 o 50 años de utilizarse, se empezaron a ver casos de cáncer en los trabajadores de la industria del asbesto, que les afectaba la capa de los pulmones, la pleura. En las décadas de los 70 y 80 se detectó la asociación del manejo o contacto con dicho material y el mesotelioma maligno pleural, indica en entrevista.

Desde 1977, la Agencia Internacional del Cáncer ubicó al asbesto como cancerígeno, y los países más desarrollados “trasladaron la industria a América Latina, África y Asia. Entre los años 70 y 90, fueron 5 millones de toneladas al año las que se comercializaron en el mundo.

“La industria, para evitar regulaciones e indemnizaciones por los casos de neoplasias malignas, mudó sus las plantas procesadoras a naciones donde no se conocía que era peligroso, en lugar de dejar de usarlo.

Así fue que se instalaron de la manera más ruin y tramposa en nuestros países.

México, explica la científica, primero compraba este material peligroso a Canadá y Brasil, se manufacturaba y después se vendía a Estados Unidos, para balatas y embragues de vehículos, mientras en América Central se comercializaba en láminas para techos de casas-habitación y tinacos para almacenar agua de consumo humano.

Fueron más de 3 mil productos diversos los que se desarrollaron con aislantes y cemento para tinacos, láminas, cisternas, los tampones, cuerdas, en materiales de pantuflas, los embragues de autos, se combinó el asbesto con cemento para las industrias automotriz y de la construcción .

Cómo surge la enfermedad

La galena menciona que del momento en que la gente se expone a la fibra a cuando desarrolla el cáncer pueden pasar de 20 a 50 años, periodo en el que hay que hacer vigilancia.

En la década de los 70, las empresas de asbesto tenían mucha rotación de personal: se empleaba a la gente una temporada, la despedían y, de esa forma, cuando se enfermaba no aparecía como riesgo de trabajo.

En el país, la norma 010 de la Secretaría del Trabajo, que define límites máximos de sustancias químicas permisibles en el ámbito laboral, está rezagada.

Las autoridades no han querido poner el límite permisible de asbesto en cero, sino que se permite una fibra por centímetro cúbico, son 100 mil fibras por metro cúbico las que respiran los trabajadores. Casi todas las normas se hacen por metro cúbico, es el área que un trabajador respira durante ocho horas y son niveles muy altos. Esto sigue vigente, acusa.

Hay obreros de esa industria que cuando presentan el mesotelioma maligno pleural ya no trabajan en las empresas, por lo cual el IMSS no lo reconoce como enfermedad de trabajo, sólo hay unos 12 casos reconocidos de esta forma, y 110 son registrados como enfermedad general en el país.

El asbesto también provoca mesotelioma peritoneal y pericárdico, cáncer pulmonar y cáncer de faringe, y no existe un nivel de exposición seguro. En 2010, había 500 casos en la población mexicana, pero el efecto en la salud no es sólo en los trabajadores, sino en sus familias, ya que ellos llevaban su ropa de trabajo a sus casas, ahí la lavaban y contagiaron a la familia. No es un problema de exposición laboral sino ambiental, indica Aguilar Madrid.

Las estadísticas refieren que por cada caso de mesotelioma maligno pleural hay 2.2 casos de cáncer pulmonar asociados al asbesto.

La exposición también se da cuando las láminas de asbesto se van desgastando y liberan las fibras, o donde estuvieron las fábricas, las localidades, como San Pedro Barrientos, estado de México, donde se instaló una planta en 1940 y cerró en 1992, se encuentra asbesto a nivel superficial: cuando la empresa se fue, no remedió suelos.

Manejo adecuado

Advierte que cuando se retiren las láminas de asbesto o los tinacos, no se deben romper, y tomar medidas de seguridad, como las fibras son pequeñas y entran a los alveolos, no hay mascarillas seguras que eviten que se impregnen las fibras.

Hay una controversia entre removerlo o no. Muchos rompen los artículos del material cancerígeno para enviarlos al basurero municipal, pero debe ir a un confinamiento de residuos peligrosos.

Agrega que en México se requiere la prohibición, un reglamento que indique a qué personas se debe mantener en vigilancia médica y por cuánto tiempo. Además, que se documente qué se va a hacer con el paciente y sus familias, así como plantear quién será responsable de indemnizar a los perjudicados, pues las empresas ya cerraron y los pacientes suelen cursar un ciclo incapacitante o grave.

La científica llamó a crear una campaña de difusión sobre las propiedades cancerígenas de ese material. Se debe alertar a la población de no romper simplemente los tinacos o láminas, además de capacitar a los servicios de limpia sobre el manejo de estos materiales.

Lo ideal es que se instalen empresas capacitadas en el manejo de estos residuos peligrosos, para que el confinamiento se haga de manera adecuada y se minimice el riesgo.