Cultura
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Mi intención es comunicar, entre más gente, mejor
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Classroom (2017), de Leandro Erlich ©.Foto cortesía del Palazzo Reale
Especial para la jornada
Periódico La Jornada
Jueves 4 de mayo de 2023, p. 4

Milán. Me encuentro con Leandro Erlich para una entrevista durante el avance de su exposición en Milán, en un día para él frenético al que acudieron políticos, más de un centenar de periodistas, así como jóvenes blogueros e influencers, que por primera se incorporan en la comunicación de un museo. Nos sentamos en el Hair Saloon (2008), la instalación de una peluquería donde en algunas sillas falta el espejo frontal, por lo que en lugar de ver nuestro reflejo, miramos la cara de otro visitante. Amable y sencillo, vestido con un traje casual color ciruela y camisa blanca, se dispone a hablar de su trabajo.

–¿Cómo empezaste tu carrera artística?

–Mi actividad nunca la visualicé como una carrera. Fueron mis proyectos iniciales los que me enseñaron mucho. En particular cito el Proyecto del Obelisco en La Boca (1995) que quedó en el papel, pero que trabajé durante un año arduamente. Creé una copia idéntica del Obelisco, símbolo de Buenos Aires, pero en acero, con la intención de ponerlo en ese barrio periférico. Romper con la unicidad de un ícono era diluir también su poder simbólico. Creó revuelo en la prensa y ahí entendí que la idea era más potente que el objeto.

–¿Te consideras un artista conceptual?

–En mi obra hay una búsqueda desde lo conceptual que indaga sobre cuestiones filosóficas o metafísicas. No soy un artista prolífico, cada proyecto lleva mucho tiempo de realización, a pesar del apoyo que tengo de un equipo de 15 personas. Por ejemplo, esta muestra tardó un mes en montarse, un tiempo enorme en cualquier museo sólo para el montaje.

–¿Crees que el arte debería salir del museo y entrar en contacto directo con el público?

–No. Creo que las instituciones son muy importantes porque forman parte de un marco educativo.

–¿Cuál es la relación que tienes con tu público?

–Me gusta que mi arte interese a los demás. No hago arte como una terapia personal, mi intención es comunicar y, entre más gente, mejor. ¿Cuál es el sentido de tener los museos vacíos? Creo que esta muestra es divertida y me interesa que vengan tanto los jóvenes como los ancianos, que se acerquen y no piensen que el arte es hermética e incomprensible.

–¿Quiénes son tus influencias?

–Más que el arte, me ha influido el cine, en particular Alfred Hitchcock, David Lynch, Roman Polanski. También la arquitectura; crecí en una familia de arquitectos. Asimismo, la cultura japonesa es una referencia; amo la sutileza y los detalles de su lenguaje.

–Con Japón has creado una particular conexión. Tu muestra más visitada fue justo ahí, en el Mori Art Museum de Tokyo en 2017?

–Sí, por 650 mil visitantes en cuatro meses.

–¿También en el MALBA de Buenos Aires en 2019?

–Ahí tuvo 300 mil visitantes. Como en Tokyo, fue la muestra más visitada en la historia del museo.

–¿Qué es el arte para ti?

–Es compartir la historia propia y las reflexiones con los demás, creando una conversación amena para poder ser escuchado.

–¿Cómo conectas con la gente?

–Pregúntaselo a ellos.