Madrid. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó ayer la invasión rusa a Ucrania, pero lamentó, al iniciar su visita en España, que nadie habla de paz, en lo que calificó de guerra demencial, después de que concluyó su visita oficial en Portugal, donde diputados de ultraderecha lo abuchearon en rechazo a la postura que ha asumido en el conflicto.

Lula aseguró, al comenzar con sus actividades oficiales en el foro empresarial Brasil-España, celebrado en la Casa de América, que su gobierno está comprometido con la búsqueda de una fórmula de paz en esta crisis. Entiendo la visión europea de esta guerra. Es inaceptable que un país invada a otro, pero es una guerra en la que no veo a nadie hablando de paz, expresó.

Volvió a pedir más esfuerzos para que Ucrania pueda conservar su territorio, con lo que dio marcha atrás a una reciente sugerencia de que el país invadido necesita hacer concesiones para poner fin a la guerra y que Rusia debería devolver el territorio recientemente ocupado, pero podría conservar Crimea.

Lula inició una visita a España después de estar cinco días en Portugal, durante un viaje en el que además de estrechar lazos con los países de la península ibérica también busca desarrollar algunos de los puntos estratégicos de su política exterior.

El ex presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, instó en un artículo a las autoridades españolas a escuchar a Lula, por ser un actor fundamental en la construcción de una nueva política global.

En Portugal, una decena de diputados ultraderechistas abuchearon a Lula cuando pronunciaba un discurso en la sede del Parlamento. Uno se acostumbra a eso cuando hace política, reaccionó el mandatario brasileño, y calificó de escena ridícula el gesto de los diputados del partido Chega, que mostraron carteles en los que proclamaban Basta de corrupción.

Antes de regresar al poder en Brasil, en enero pasado, el ex líder sindical pasó más de un año en prisión por una condena por corrupción, delito que nunca fue probado, y que más tarde fue anulada por los tribunales. Lula fue invitado a hablar en el Parlamento al conmemorarse el 49 aniversario de la Revolución de los Claveles que puso fin a 48 años de dictadura de derecha en Portugal y a 13 años de guerras coloniales en África.