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Ciudad perdida

Los nuevos nichos panistas // Trucos de Döring para ganar adeptos // Los morenistas, dormidos

E

n la entrega anterior les platicamos sobre los intentos de Acción Nacional por infiltrarse en los sindicatos, a los que no hace mucho llamaban sus enemigos de clase.

En aquella ocasión informamos sobre la intervención de los azules en las organizaciones de trabajadores del Metro, y los conflictos que se han sucedido en el sistema que coinciden, y solamente coinciden, no se tienen datos contrarios, con la ligazón de los panistas y algunos líderes.

Ahora, los de Acción Nacional aparecieron en el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, que pretende llevar a la huelga a esa casa de estudios bajo argumentos de incremento salarial casi imposibles de cumplir por parte de las autoridades.

El asunto ahora es que la injerencia de los azules tiene que ver, para empezar, con el abandono en el que han caído las organizaciones de los trabajadores por parte de Morena, y luego, con el hambre de la oposición por conquistar terrenos políticos que siempre despreciaron.

Para los sindicatos, o mejor dicho para los líderes, la idea de permanecer al mando de las organizaciones los hace olvidar sus ideas fundamentales de convertirse en servidores de aquellos a quienes siempre han combatido. De todas formas sería más que sano preguntar por qué se han colado los hijos políticos de Genaro a los sindicatos y a las organizaciones de trabajadores que tienen que ver con el gobierno y no a las que pertenecen a la iniciativa privada.

Esos organismos deberían darse cuenta de que el panismo pretende usarlos con la consigna de atacar al gobierno y nunca por favorecerlos, y de la misma forma deberían ponerle un freno a sus ambiciones a fin de impedir que sus enemigos se filtren para, a final de cuentas, destruirlos.

Por lo pronto, deberán ser los trabajadores los que pidan cuentas a los líderes sobre sus nexos con la derecha y extirpar, de una vez, el o los males que más adelante les puedan dañar.

Tanto en el Metro como en la UACM, el nombre del panista Federico Döring es el que se juega entre los líderes, y eso muestra que no se trata de una acción aleatoria, sino de una estrategia bien pensada en la que no van a parar los del partido blanquiazul hasta que despierten los trabajadores.

Así que ojo con lo que viene, el ataque inmediato es sobre la universidad, pero el Metro sigue en la mira. Las elecciones están a la puerta y en Morena no parece existir un proyecto de partido que contrarreste el embate de la derecha.

Si desde el partido en el gobierno no hay una reacción rápida frente a la estrategia panista, muy pronto se empezará a escribir otra historia en esta capital.

De pasadita

Aquí queremos agradecer a la gente que le arrebató un momento a su tiempo para acompañar a este espacio con sus reflexiones. Por ello, gracias a Angélica Álvarez. Nuestro afán será ese, doña Angélica, apoyar las nuevas formas que permitan mejor vida; Víctor Manuel González sugiere que le echemos un ojo a los fideicomisos del INE y, desde luego así lo haremos en breve; Javier Martínez: su pregunta es muy importante. En estas reuniones rosas no hay gente con martillos ni se destruye el mobiliario urbano porque también marcha la hipocresía, y Raúl Rodríguez, a quien le digo que el agradecido soy yo. También a los otros lectores que por falta de espacio esta vez no estarán en el papel.

Muy especialmente me refiero a PRdz, que no nos dio su nombre, pero nos asegura que lo que se escribe en esta columna son sandeces. Su opinión, de cualquier forma, nos alimenta y nos hace pensar que este país, que empezó a reinventarse hace cuatro años, va por buen camino.