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Ya estamos habituados, dicen vecinos y estudiantes
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 25 de septiembre de 2022, p. 20

Monterrey, NL., Los alumnos del campus de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y colonos de Mederos, en las faldas del Cerro del Chupón, en este municipio, han recibido en los días recientes una singular visita: osos negros. Durante la última semana de agosto, en los días de clases, fueron avistados cinco ejemplares de esa especie en la Facultad de Ciencias de la Comunicación.

Frida Rocha, consejera alumna del plantel, dijo a La Jornada sentirse ya acostumbrada a estas incursiones; incluso comentó que le parece extraordinaria la presencia de estos plantígrados. “Yo he visto alguno en tres ocasiones, muy cerquita; a otro sí lo vi un poco lejos, pero sí sentí miedo cuando lo vi cerca de mí. Sé que es peligroso.

Ya es casi normal que nos visiten porque, literalmente estamos en el cerro, es parte de aceptar que nosotros estamos invadiendo un poco su hábitat, entonces me gusta saber que están por aquí, es un hecho inusual pues en otros lados no pasa, señaló.

En la colonia Mederos Protección Civil ya trabaja en un protocolo de actuación con la comunidad universitaria debido a la alta presencia de esta especie, sobre todo en el estacionamiento de los estudiantes y en las noches.

Luka Sandoval, vecino de la Mederos, coincidió en que los residentes de la zona ya están habituados a la presencia de esos animales, los cuales suelen verse más frecuentemente en épocas de calor, antes y durante el otoño. Sí he visto a los osos, pero no de cerca ni nada, ni los reporto, solamente los dejo de ver y ya. Es algo normal para la gente que vive aquí cerca, detalló.

Protocolos

Ante el avistamiento de osos, personal de la universidad recomienda no tomarles fotos, no darles comida ni acercarse. Sé que evitar las fotos es difícil, pero sí se debe tomar la distancia siempre, dijo Frida, estudiante de comunicación.

Para el resto de la población no hay protocolos de cómo actuar. Basta ver uno de los numerosos videos que los pobladores suben en las redes sociales para darse cuenta del desconocimiento del tema.

A plena luz del día, una familia que paseaba en el parque ecológico Chipinque, se sobresalta por la presencia de un enorme oso. Una mujer grita: ¡los niños, los niños! y un hombre les pide que no corran. El animal se acerca a una bolsa de los paseantes y la mujer recuerda que trae galletas en la mochila. Pues esas son las que los llaman, le dice otra mujer. Al final el animal se apodera del alimento y se aleja.