La Habana., Expertos de México y Venezuela se unieron ayer al personal de Cuba para controlar un enorme incendio en su principal instalación de almacenamiento de combustible en la región de Matanzas, que ocasionó la muerte de un bombero y dejó 17 desaparecidos en medio de las llamas.

Las autoridades de Matanzas tuitearon que el fuego del primer tanque incendiado fue apagado

El siniestro se desató el viernes cuando un rayo impactó en un depósito de la base de supertanqueros, que contenía 26 mil metros cúbicos de crudo nacional, alrededor de 50 por ciento de su capacidad máxima.

El fuego se extendió antier a un segundo depósito, haciéndolo estallar con 52 mil metros cúbicos de combustible, en la instalación situada a unos 130 kilómetros al este de La Habana. Las autoridades reportaron más de 4 mil evacuados en la zona cerca del lugar.

En la primera explosión hubo dos lesionados, pero las quemaduras graves fueron a las 5 de la mañana, comentó Rosmeri Pino, voluntaria de la Cruz Roja, de 22 años, que esa noche estaba en la base.

Los que estábamos abajo vimos relumbrar el cielo y salimos en seguida, añadió la joven estudiante de veterinaria.

Según medios oficiales, el incendio se acercó a un tercer depósito, aunque los bomberos lograron rebajar la temperatura al refrescar el área con agua de mar lanzada desde un helicóptero.

El gobierno provincial de Matanzas tuiteó que el fuego del primer tanque incendiado fue apagado y de él ya sólo emana humo, el segundo tanque continúa en combustión y ya está deformado, mientras el tercero mantiene su estructura, está en buenas condiciones y se está enfriando con agua.

Unas 122 personas, incluidos muchos socorristas, resultaron heridas, principalmente por la segunda explosión. Hay 24 hospitalizados, de lo cuales cinco permanecen en estado crítico, según las autoridades sanitarias.

Las autoridades se coordinaban ayer con jefes de las brigadas de México y Venezuela que arribaron el sábado por la noche para ayudar.

Cuatro aviones mexicanos y uno venezolano aterrizaron en el aeropuerto del famoso balneario de Varadero, unos 40 kilómetros al norte de Matanzas con ayuda material y asistencia técnica para control de incendios.

Estamos aquí para ayudar en la prevención de riesgos y sofocar el incendio a base de agua y espuma, detalló a su llegada Juan Bravo, general brigadier mexicano.

Un Boeing 737-700 de la Fuerza Aérea mexicana aterrizó con 60 militares de salvamento y 16 técnicos de Petróleos Méxicanos a bordo. Un segundo aparato llegó con equipamiento y productos químicos.

En horas de la madrugada arribó un vuelo de Conviasa procedente de Venezuela con 35 bomberos, especialistas y técnicos de Petróleos de Venezuela, que transportaron 20 toneladas de espuma y otros químicos.

La ayuda es importante, creo que va a ser decisiva, declaró el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, a la prensa.

La inmensa columna de humo que desde el viernes se extendía hasta La Habana, ayer se veía más angosta, mientras la contaminación aérea se disipaba.

Desde un puesto de auxilio, ubicado a unos 150 metros de la base de supertanqueros, aguardaba el grupo voluntarios de la Cruz Roja local, y los carros de bomberos salían constantemente hacia la zona del siniestro.

Díaz-Canel participó de una reunión con los jefes de las delegaciones de México y Venezuela para coordinar el combate a las llamas y ante la prensa local reconoció el valor de la cooperación, pues Cuba no tiene ni la experiencia ni los recursos para enfrentar un incendio de gran magnitud como ese.

El mandatario cubano agradeció el sábado los ofrecimientos de ayuda de Rusia, Nicaragua, Argentina y Chile, Estados Unidos la Unión Europea y la Organización de Naciones Unidas. Lamentó el deceso del bombero Juan Carlos Santana Garrido, quien fue sepultado ayer.

En tanto, el movimiento Puentes de Amor exhortó al gobierno de Estados Unidos a levantar el bloqueo a Cuba y unido a CodePink y a la italiana Agencia para el Intercambio Cultural y Económico con Cuba lanzó una campaña de recolección de fondos para las víctimas del siniestro.