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Las elecciones en el estado de México
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n 1987 el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ganó la gubernatura del estado de México con la contundencia de un partido hegemónico, José Ramón Beteta, obtuvo 71.54 por ciento de la votación contra 11.08 por ciento del candidato panista. En la elección presidencial de 1988, los priístas mexiquenses tuvieron una derrota abrumadora al obtener 29.79 por ciento de la votación con Carlos Salinas de Gortari, mientras Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano logró 51.33 por ciento.

El dato duro es que, al llegar a la Presidencia Carlos Salinas, José Ramón Beteta fue relegado de su cargo. Quizá pagó la factura por los resultados que entregó en la elección presidencial.

A partir de 1988 el desempeño del PRI mexiquense ha tenido un voto diferenciado. Mientras en las elecciones para gobernador, echan toda la carne al asador y ganan, en la elección presidencial su desempeño es bajo. Los expertos electorales aseguran que no ha habido alternancia en la entidad. Tienen razón si sólo analizan los comicios para gobernador pues en la elección presidencial su apoyo al candidato priísta no ha sido total.

De las últimas seis elecciones, han perdido en cuatro ocasiones: Carlos Salinas de Gortari, Francisco Labastida Ochoa, Roberto Madrazo Pintado y José Antonio Meade Kuribreña, triunfando solamente Ernesto Zedillo Ponce de León y Enrique Peña Nieto.

En el caso de Francisco Labastida, el efecto Vicente Fox Quesada lo llevó a la derrota. El porcentaje de votación del priísta no fue tan bajo, 31.96 por ciento, contra 43.71 del panista. En 1999, cuando se eligió gobernador, los números reflejaron una caída del PRI al alcanzar 42.5 por ciento, mientras el Partido Acción Nacional (PAN) obtuvo 35.46 por ciento.

El caso más dramático sucedió en 2006, cuando el PRI con Roberto Madrazo Pintado alcanzó sólo 18.1 por ciento de la votación en tierras mexiquenses. Un año antes, Enrique Peña Nieto ganó la gubernatura con 47.6 por ciento, mientras el PAN y Partido de la Revolución Democrática empataron con 25 y 24 por ciento, respectivamente. Era clara la confrontación entre el PRI mexiquense y Madrazo, no le perdonaron al tabasqueño exhibir a Arturo Montiel Rojas y hacerlo renunciar a la candidatura presidencial.

Un dato relevante es que, en la contienda federal, en el Edomex, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) derrotó a Felipe Calderón Hinojosa por 12 puntos.

En 2012, Enrique Peña Nieto ganó en su estado con 32.47 por ciento, mientras el PAN obtuvo 18.22 y AMLO, 21.45. Las cifras de Peña Nieto son las mismas que las de Francisco Labastida Ochoa en la elección de 2000. En 2011, Eruviel Ávila Villegas ganó con 62 por ciento y parecía que el tricolor mexiquense regresaba a sus mejores épocas, pero el resultado de Peña Nieto borró esa posibilidad.

En 2018 vino otro derrumbe del PRI en la entidad con Meade, quien obtuvo 27.79 por ciento mientras López Obrador captó 44.14 por ciento. En 2017, Alfredo del Mazo logró una victoria apretada sobre Morena por 2.87 por ciento. Había condiciones para impugnar y alegar un fraude electoral del PRI, la participación del gobierno federal fue escandalosa y el gasto excesivo; sin embargo, Morena calló y no peleó en tribunales. Quizá ahí inició el acuerdo entre AMLO y Peña Nieto que se concretó en 2018 con la llegada de Morena al poder. Esto hace pensar que se la deben a Delfina Gómez.

El PRI mexiquense no va a dejarse ganar las elecciones de 2023, hasta el momento va invicto, el triunfo de 2017 es un haiga sido como haiga sido, pero lo que pase en el estado de México no marcará la tendencia de lo que va a ocurrir en la elección presidencial de 2024. Valgan estos datos históricos para tratar de responder las preguntas del presente.

* Analista político