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Emprenden la misión de catalogar el microbioma oceánico

Comprender la adaptación de lo vivo frente a los cambios brutales, el propósito, señalan científicos

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▲ Macrocultivos de algas marinas en la estación biológica de Roscoff, en el oeste de Francia.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Jueves 30 de junio de 2022, p. 2

Roscoff. Entre 10 mil y 100 mil millones de organismos vivos habitan cada litro de agua de mar. Pero este microbioma oceánico, que ha hecho al planeta habitable, sigue siendo ampliamente desconocido y una misión científica, realizada con la Marina francesa, pretende catalogarlo.

El microbioma del planeta Tierra es el tema del siglo, asegura Colomban de Vargas, director de investigación del CNRS, el centro francés de la investigación científica, en la estación biológica de Roscoff.

Este suizo, obsesionado con la exploración, se dedicó a cartografiar el plancton oceánico, esta gran sopa de microbios compuesta de virus, bacterias, protistas, animales, etcétera. Estos bosques invisibles, navegando a merced de las corrientes marinas, hicieron el planeta habitable, produciendo la mayor parte del oxígeno que respiramos, detalló.

La biodiversidad es ante todo microbiana. Durante 3 mil millones de años, no había más que microbios, señaló el investigador. Ahora bien, no se sabe con qué microbios vivimos ni cuántos hay en la Tierra.

Aprovechando las lecciones de la misión Tara Océanos, que ya realizó 220 mediciones de microorganismos marinos, Colomban de Vargas y sus colegas quieren determinar una medida cooperativa, frugal, planetaria y perenne de esta vida invisible del océano.

A través del proyecto Plankton Planet, se busca confiar, a largo plazo, instrumentos de medida y sensores económicamente accesibles a las decenas de miles de veleros, barcos de comercio o de transporte de mercancías que surcan el planeta.

El objetivo es comprender la adaptación de lo vivo frente a los cambios brutales impuestos por las actividades humanas.

Pero no es evidente porque es necesario que la medida sea homogénenea, subraya Colomban de Vargas.

Por su parte, la misión Bougainville –en cooperación con la Marina francesa– tiene por objeto consolidar la fiabilidad de los sensores del plancton. Para ello, 10 estudiantes de máster en la Sorbona de París embarcarán en naves de la marina nacional como oficiales de biodiversidad.

Los estudiantes recorrerán los 11 millones de kilómetros cuadrados de la Francia oceánica en el Índico y el Pacífico, a bordo de barcos de apoyo y asistencia en ultramar.

Después de realizar pruebas en la costa de Brest, los primeros estudiantes embarcarán en septiembre de 2023, y recogerán miles de datos biológicos (imágenes y ADN) hasta 2025.

Los datos recogidos, cientos de miles de millones de imágenes de plancton y secuencias de ADN, se almacenarán en bases de datos abiertas a los investigadores de todo el mundo, explicó Columban de Vargas.

Permitirán controlar la salud de los ecosistemas marinos y su evolución en función de las contaminaciones o del calentamiento global.

Además, los investigadores desean estudiar la migración del plancton animal a varios centenares de metros de profundidad durante la noche, calificada de mayor movimiento de biomasa en el planeta, y que sería uno de los motores de la bomba de carbono que participan en la captura de dióxido de carbono en el océano.

El costo de la misión, que debe ser financiada por mecenas, se estima en unos 950 mil dólares para los tres primeros años.