Cultura
Ver día anteriorDomingo 12 de junio de 2022Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
El museo Thyssen expone exquisita colección de cartas privadas de varios artistas

Gauguin, Van Gogh, Matisse, Egon Schiele, Lucian Freud y Frida Kahlo, entre los que se incluyen

Foto
▲ Los descargadores de Arlés, 1888, de Van Gogh.Foto Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
Foto
▲ Carta de Matisse a Amélie, con fecha del primero de noviembre de 1912.Foto Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 12 de junio de 2022, p. 5

Madrid. La mayoría son manuscritas, con dibujos, garabatos y trazos informales, en los que además hay vocación por desnudar su alma. El Museo Thyssen Bornemisza de Madrid expone por primera vez, junto a algunos de sus cuadros más representativos, hasta 34 misivas de artistas como Gauguin, Van Gogh, Mati-sse, Schiele, Lucian Freud y Frida Kahlo, entre otros, en la exhibición Cartas de artistas en la colección de Anne Marie Springer.

La muestra se basa en la colección privada de cartas más grande e importante del mundo, de la mecenas y coleccionista suiza, que atesora más de 2 mil misivas de artistas; las más antiguas se remontan al siglo XV y las más recientes están fechadas en la década de los 70 del siglo pasado. Para la exposición se eligieron las que mejor encajaran con las obras del museo, de ahí que los nombres elegidos sean en su mayoría artistas de finales del siglo XIX y el XX. En total son 34 cartas, un grabado y 18 pinturas de algunos de los artistas más importantes de los dos siglos pasados.

Entre ellas se pueden ver seis que escribió Matisse desde Marruecos a su mujer, Amélie, así como otras de Delacroix, Manet, Degas, Cézanne, Van Gogh o Lucian Freud en el que dejan testigo de sus inseguridades, sus procesos creativos o los momentos históricos que les tocó vivir.

La selección de las cartas y postales se llevó a cabo tomando en cuenta un criterio común: que sean cartas de amor, pero en las que además haya reflexión, preocupación por los problemas de su época, pensamientos sobre su proceso estético o, incluso, los temores ante la guerra, como plasmaron con terror y angustia Egon Schiele, Fernand Léger, Gala y Max Pechstein.

Las cartas puede ser tan profundas como los cuadros de los artistas, ya que el trazo de las líneas de su grafía es tan revelador como sus pinceladas. Algunas de las misivas están relacionadas con cuadros y otras están emplazadas en lugares estratégicos de las salas de la colección permanente. El hilo conductor son historias de amor o la emoción sanadora causada por el arte.

Entre las cartas expuestas hay tres de la mexicana Frida Kahlo y el certificado de su matrimonio con el muralista Diego Rivera, que se exponen en una sala aparte y sin cuadros de referencia, ya que la colección del Thyssen no posee ninguna pieza de sus piezas. Las tres misivas están dirigidas a Rivera, como la que dice: No estés triste, pinta y vive. Yo te adoro con toda mi vida.

La escritura de muchas de estas cartas es tan reveladora como las pinturas de sus autores y nos develan realidades que ignoramos. Hay piezas espectaculares por su contenido. Son cartas de honradez magnífica, y al leerlas podemos sentir las tripas de los artistas, explicó el director del museo madrileño, Guillermo Solana.

La responsable de la selección de los textos fue Clara Marcellán, quien explicó que “en las cartas encontramos también la expresión de ideas –que los pintores ilustran a veces con pequeños bocetos–, inseguridades, la defensa de su arte, la celebración de triunfos, detalles del proceso creativo de una obra, referencias a acontecimientos históricos y gran variedad de sentimientos que nos acercan a su vida y personalidad de forma diferente”.

En la lectura de las cartas podemos descubrir que Delacroix encuentra la felicidad en ¡estar satisfecho con uno mismo!, como escribe a Josephine Forget. Que Van Gogh, con cuidada caligrafía, ya se consideraba fuera de sí cuando llegó a Arlés, donde se sintió más que feliz. El bello sol de aquí, en pleno verano. Te golpea la cabeza y no dudo de que uno acaba volviéndose chiflado. Pero como ya lo estaba antes, no hago más que disfrutar de él, escribía el genial pintor holandés.

O las confesiones de Matisse, cuando relata a su esposa sus viajes por Marruecos con infinidad de bocetos. O la manera en que Juan Gris relata en sus misivas a Josette, su mujer, los pormenores de su trabajo para los ballets de Diághilev.

En el siguiente vínculo el museo ofrece una versión en audio de las misivas: https://n9.cl/1vz0m.

La exposición se podrá ver hasta el 25 de septiembre.