París. El Partido Socialista (PS), otrora hegemónico en la izquierda francesa, se encamina a sumarse a un frente liderado por Jean-Luc Mélenchon en las legislativas de junio, pese a que figuras como el ex presidente François Hollande alertan del riesgo de desaparición.

Luego de los comunistas y los ecologistas, los socialistas cerraron ayer un acuerdo con La Francia Insumisa (LFI) para participar en la Nueva Unión Popular liderada por este partido de izquierda radical, si el Consejo Nacional del PS lo valida hoy.

Queremos lograr la elección de diputados en una mayoría de circunscripciones para impedir que el presidente recién relecto Emmanuel Macron continúe con su política injusta y brutal y para derrotar a la extrema derecha, reza un comunicado de LFI y el Partido Socialista (PS).

La oposición al centrista plantea las legislativas del 12 y 19 de junio como una tercera vuelta de la presidencial de abril, y la izquierda busca forzar una cohabitación con Macron, con Mélenchon como primer ministro.

El veterano político de 70 años logró imponerse como líder de esta unión tras lograr casi 22 por ciento de votos en la primera vuelta, quedándose a las puertas de la segunda, cuando el resto de partidos de izquierda lograron menos de 5 por ciento.

La alianza busca impedir que el mandatario liberal cumpla su promesa de retrasar la edad de jubilación de 62 a 65 años y propone en cambio adelantarla a 60 años y aumentar el salario mínimo a mil 400 euros netos.

El frente común representa, no obstante, un sismo para el histórico PS que durante las negociaciones vio cómo su actual dirección, con Olivier Faure al frente, se enfrentaba a la opinión reacia de antiguos dirigentes.

El ex primer ministro Bernard Cazeneuve amenazó con irse del partido si se lograba el acuerdo. El ex ministro Stéphane Le Foll se dijo dispuesto incluso a liderar a los disidentes del PS en las legislativas.

La semana pasada, el ex presidente Hollande (2012-2017) advirtió que si se aceptaba un acuerdo con LFI, los dirigentes del PS habrían decidido su desaparición, y dejó la puerta abierta a presentarse a las legislativas con otra lista.

Sin embargo, no se trata de la primera alianza. Ya en 1997, el socialista Lionel Jospin se convirtió en el primer ministro del conservador Jacques Chirac con su izquierda plural, pero entonces el PS lideraba la unión.

Los socialistas se encuentran en horas bajas desde 2017, cuando Macron, ex ministro de Hollande, sacudió el tablero político desde el centro. En abril, el PS confirmó su hundimiento con 1.75 por ciento de votos para su candidata a la presidencial, Anne Hidalgo.

El PS mantiene cierto poder a nivel local, al frente de grandes ciudades como París. Con este acuerdo, los socialistas obtienen que sus candidatos lideren la alianza en unas 70 circunscripciones, lo que podría abrirles las puertas para tener un grupo propio en la cámara baja.