Río de Janeiro. El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva consideró que el mandatario ucranio, Volodymir Zelensky, es tan responsable como el gobernante ruso, Vladimir Putin, de la guerra porque no hay un solo culpable; además, criticó las decisiones de Estados Unidos y de la Unión Europea por incentivar este conflicto.

No conozco al presidente de Ucrania, pero su comportamiento es un poco extraño. Parece que es parte del espectáculo. Está en televisión mañana, tarde y noche. Está en el Parlamento de Reino Unido, en el alemán, en el francés, en el italiano, como si estuviera en campaña política. Debería estar en la mesa de negociaciones, señaló Lula en entrevista con la revista Times, publicada ayer.

Zelensky quiso la guerra; si no la hubiese querido habría negociado un poco más, es así; yo critiqué a Putin cuando fui a la Ciudad de México, diciendo que fue un error invadir, pero también creo que nadie está contribuyendo a que haya paz, afirmó.

El líder izquierdista apuntó que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, podría haber hecho más para prevenir el conflicto, en lugar de incitarlo. Podría haber dialogado más, o tomar un avión hasta Moscú para conversar con Putin. Esa es la actitud que se espera de un líder.

Acusó que “Estados Unidos y Europa deberían haber dicho: ‘Ucrania no se unirá a la Organización del Tratado del Aatlántico Norte’. Eso habría solucionado el problema”.

Señaló que si quieren paz, deben tener paciencia. Podrían haberse sentado en una mesa de negociación durante 10, 15, 20 días, un mes entero, tratando de encontrar una solución. Creo que el diálogo sólo funciona cuando se toma en serio.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) también se llevó parte de las críticas: Es urgente y necesario crear una nueva gobernanza mundial. La ONU de hoy no representa más nada, no es tomada en serio por los gobernantes. Cada uno toma decisiones sin respetar al organismo. Putin invadió Ucrania de forma unilateral.

Lula es el favorito para las elecciones de octubre en Brasil, en las que espera impedir la relección al presidente ultraderechista Jair Bolsonaro y volver al cargo tras la anulación, el año pasado, de las condenas por corrupción que lo habían llevado a la cárcel.

El líder del Partido de los Trabajadores prometió que en caso de ganar la presidencia, Brasil no ingresará a la OTAN. Soy un tipo que piensa sólo en la paz. No tenemos disputas con ningún país, ni con Estados Unidos, ni con China, ni con Rusia, ni con Bolivia, ni con Argentina, ni con México, concluyó.