Conocer la tradición de largo aliento de las comunas en México es importante porque conducen hacia la misma dirección: al autogobierno, considera el editor y profesor de literatura y cultura latinoamericanas en la Universidad de Columbia, Estados Unidos, Bruno Bosteels (Bélgica, 1967), autor del libro La comuna mexicana.

El también investigador explica en entrevista con La Jornada que afrontamos una crisis en la política tradicional que incluye una crítica a la forma del Estado moderno y estamos en un antagonismo entre esas prácticas comunales y el gobierno.

La comuna –detalla Bruno– es una organización social y económica que se basa en la propiedad colectiva, tiene reglas de convivencia al margen de una sociedad organizada, y en el país no se había mencionado antes de una larga tradición de rebeliones comuneras.

En este libro, publicado por la editorial Akal, Bosteels propone una reflexión sobre el potencial que tienen esas agrupaciones en México, así como su inclusión en la historia internacional en un sentido genérico, alejado del destino oficial dictado por la Unión Soviética.

“La tradición de las comunas en México era conocida por partes, hay una larga historia de revoluciones y levantamientos comuneros o comunales que preceden por muchos años a la Comuna de París de 1871. El libro se dedica a reconstruir esos hechos y a hacer una intervención sobre su significado en el pensamiento de izquierda o marxista. Empecé a analizar esa tradición fuerte aquí, y también el pensamiento que tiene que ver con la organización colectiva.

Lo que hago es juntar todas esas piezas y armar el rompecabezas, hay muchos trabajos de antropólogos sobre tradiciones comunales mexicanas que remontan a tiempos prehispánicos, pero no conocía ningún trabajo que los reuniera bajo una hipótesis general, como la existencia de una tradición comunal o comunera en el país, explicó Bruno Bosteels.

Marx también escribió sobre Tenochtitlan y Tlatelolco con base en esos apuntes etnológicos, Bosteels recupera una tradición comunal que se mantuvo firme a lo largo de la época colonial y se hizo presente en la Revolución Mexicana.

“No es una obra individualista, no pretendo tener una mirada completamente original sobre lo que ha pasado en México; al contrario, me inscribo en una larga trayectoria de intelectuales, activistas e historiadores que trabajaron en el tema, por ejemplo, para la Revolución Mexicana se encuentra el libro de Adolfo Gilly, La revolución interrumpida, que es uno de los primeros en presentar el momento del autogobierno, lo que llama la comuna de Morelos.

Pienso que en el momento actual, donde también en América Latina hay otras experiencias, esas tendencias comunales no se limitan a México, son una expresión de la situación política que incluye un diagnóstico sobre del éxito o el fracaso de los distintos gobiernos progresistas. En ese contexto creo que cobran una mayor actualidad todo el pensamiento y prácticas en torno a la comuna.

El libro La comuna mexicana se presentará hoy por la tarde en la mesa redonda ¿La comuna contra el Estado?: Repensando la insurrección en el siglo XXI, participan Elvira Conchero, Haydée García Bravo, Rosaura Martínez Ruiz, Luis Hernández Navarro, José Gandarilla y John M. Ackerman, en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, ubicado en Ricardo Flores Magón núm. 1, Tlatelolco.