Organizaciones que han colocado efigies en la Ciudad de México, como el +43, por la desaparición de estudiantes de la normal de Ayotzinapa; el ABC, por la muerte de 49 niños en una guardería de Hermosillo, Sonora, entre otros, exigieron al PAN quitar ese falso antimonumento instalado el 2 de mayo en memoria de las víctimas del derrumbe en la línea 12 del Metro.

Integrantes de diversas agrupaciones repudiaron la farsa panista, que no sólo banaliza una expresión legítima y totalmente ciudadana, sino que pretende utilizar una tragedia con el único fin de ganar votos y dinero.

Exigieron a ese partido que también ofrezca disculpas a las víctimas y sus familiares ante su acción ruin, y le pidieron, al igual que a todos los institutos políticos, respeto, que se abstengan de voltear a ver a las grandes deudas sólo para conquistar votos. Mientras no resuelvan, son ustedes cómplices de la impunidad. Ese falso antimonumento ofende la memoria de quienes faltan, afirmaron en un texto.

Los grupos que han instalado los antimonumentos +65, por los trabajadores que perdieron la vida en la mina de Pasta de Conchos, en Coahuila; el 68, conmemorativo del movimiento estudiantil, y +72, por la matanza de los migrantes en San Fernando, Tamaulipas, también expresaron su indignación porque el PAN no tiene memoria ni vergüenza: es un partido con las manos manchadas de sangre, fueron ellos quienes iniciaron la mal llamada guerra contra el narcotráfico que ha convertido a México en una gran fosa clandestina.

Las críticas contra el blanquiazul no se hicieron esperar luego de que al cumplirse un año de la tragedia volvió a demostrar que, como muchos integrantes de la clase política, no tiene límites ni dignidad. En la Ciudad de México instaló un supuesto antimonumento que no fue sino una ruin estratagema de propaganda política.

Quienes también han participado en la colocación de los antimonumentos del 10 de junio, por el halconazo de 1971, y el de la Glorieta de las Mujeres que Luchan, defendieron que las víctimas y sus familiares hemos instaurado en paseo de la Reforma una ruta de la memoria con símbolos que denuncian los grandes pendientes de justicia en México.