Buenos Aires. En la segunda acción violenta en una semana, la madrugada de ayer una estatua de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner emplazada en la ciudad de Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, fue destruida y derribada en una plaza donde se instaló el paseo para recordar a los presidentes de la era democrática, como Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Néstor Kirchner y Mauricio Macri.

La escultura fue arrancada con extrema violencia, provocando severos daños. Es el segundo ataque sólo en la última semana contra la actual vicepresidenta.

En redes sociales, el presidente Alberto Fernández repudió el acto y sostuvo que ella se ha ganado legítimamente un lugar en nuestra historia y en nuestro presente. Respetar las instituciones y la convivencia en la diversidad ideológica son una exigencia que nuestra democracia nos impone. Señaló que la información que llega también da cuenta de que actos vandálicos similares padecieron allí estatuas de Néstor Kirchner y Fernando de la Rúa.

El presidente criticó la aparición de afiches contra la vicepresidenta en Buenos Aires. “Muchos se empeñan en dividirnos y recurren a las mayores bajezas (…). Sepan que viéndolos actuar, sólo me comprometen más con la unidad del Frente de Todos”, publicó en redes sociales.

El lunes aparecieron afiches pegados en Buenos Aires con la foto de Fernández de Kirchner, donde aparecía en grandes letras la palabra asesina, acusándola de ser culpable de 35 mil muertes y de tener vínculos con el gobierno ruso.

El mandatario recordó que fueron apedreadas las ventanas de la oficina de la vicepresidenta cuando se debatía el acuerdo entre el gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Estas agresiones son comparables con la persecución de los sectores oligárquicos contra Eva Perón, cuyo cadáver embalsamado fue extraído de la sede de la Confederación General del Trabajo por los militares de la dictadura instalada tras el golpe contra Juan Domingo Perón en septiembre de 1955. Los restos fueron llevados en un cajón mortuorio bajo otro nombre para enterrarlos en un panteón de Italia.

Esta increíble historia, como las distintas oleadas de represión y crímenes al peronismo, fueron luego expresadas en obras literarias donde destacan Operación Masacre y Esa Mujer, de Rodolfo Walsh, o Santa Evita, de Tomás Eloy Martínez.

En tanto, continúa la lucha y el debate sobre la última presentación del proyecto del kirchnerismo de solicitar al FMI que ayude a localizar los millones de dólares sacados del país por el ahora frente opositor de la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica. En la búsqueda de esos millonarios fondos se ha identificado tanto a políticos –entre ellos el ex presidente Macri y sus funcionarios– como jueces y periodistas de medios de comunicación que mantienen una abierta guerra contra el oficialista Frente de Todos.