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Economía moral

Historia de una vocación. 15ª entrega // La instrumentalización y la autoinstrumentalización, formas de alienación

U

na manera importante de tener malserestar (MSE), lo opuesto al bienserestar (BSE), es instrumentalizar. Instrumentalizar sus propias actividades (AV) y vida constituyen formas de MSE al margen de la ansiedad y de los sentimientos de alienación que causan. Instrumentalizar significa, ya sea que uno trata cosas que sólo tienen valor instrumental (VI) como si tuvieran valor no instrumental o intrínseco (VNI) o, a la inversa, trata cosas de VNI como si fueran sólo de VI. P. ej. en el 1er caso somos adictos al dinero, la buena reputación o al éxito, y en el 2º tratamos nuestras AV y amigos como instrumentos para nuestros fines. También podemos tratarnos a nosotros mismos así. ¿Cómo podemos hacernos eso a nosotros mismos? En Happiness, Flourishing and the Good Life (2021), Thomson, Gill y Goodson (TGG) dicen que la idea de autoinstrumentalizarse surge de que:

1. Las personas suelen asociar BSE con sentirse bien o sentir felicidad (FL), pero hay más en vivir una vida floreciente que la FL. Cuando nos sentimos miserables esto es un signo que algo está mal. Pero lo que está mal no está constituido por el sentimiento de miseria, que es un signo, p. ej. el sentimiento de soledad puede derivar de no tener amigos, que es la carencia. Estas consideraciones indican que hay más en el BSE que sentirse bien. Así, la idea que la instrumentalización puede ser componente del MSE no puede descartarse con bases hedónicas.2. Tratar algo de VI como si fuese VNI es similar a una enfermedad. Si a alguien le gusta mucho el dinero, lo llamamos avaro y a estas tendencias les llamamos fetiches o patologías. Algo similar aplica al tratar algo de VNI como si fuese VI: llamamos mercenarios a las personas y deshumanizante al trato. Esos estados son enfermedades porque en esos modos del serestar se han invertido las relaciones fundamentales de valor. Es como si no distinguiéramos emocionalmente entre un celular y nuestra madre. En suma, una vez que rechazamos el supuesto hedónico que las únicas maneras en que una persona puede tener MSE es sintiéndose mal, entonces enfrentamos la pregunta ¿qué más hay? Parte de la respuesta es que el MSE puede consistir en tener las relaciones evaluativas fundamentales invertidas. Una persona que consistentemente pone la carreta delante del caballo no puede estar bien. Tal conducta es irracional sin ser necesariamente inmoral. Algo de VI es remplazable y sujeto a la racionalidad instrumental. Es un costo, debe ser usado eficientemente y su único valor se deriva de los fines. Por tanto, debemos minimizarlo. En contraste, a lo que tiene VNI no lo tratamos como costo que deba minimizarse. Al contrario, debe ser apreciado y disfrutado. Con esto podemos ver por qué el atesoramiento y la tacañería son consideradas como similares a las enfermedades. Equivale a tratar los objetos como personas. El mismo tipo de consideración aplica al tratar cosas que tienen VNI, personas, como si fueran objetos. Algo de VNI se valora por lo que es y no por sus consecuencias. Si algo tiene VNI, no está sujeto a las reglas de la racionalidad instrumental. Debe ser respetado, apreciado y querido por lo que es. Cuando uno instrumentaliza sus AV, las trata como meros instrumentos para obtener fines y trata éstos como si tuviesen VNI. La instrumentalización implica que uno no puede apreciar el VNI de sus AV como proceso vivido. Esto aplica también a las relaciones. Si uno trata a otros como mero instrumento de sus propios fines, no puede tener amigos. Peor, no puede integrar a otras personas como parte de su vida, de su BSE. Las personas pueden autoinstrumentalizarse. Un modo de hacerlo es hacer depender la autovaloración de las opiniones de otros. En estos casos, la persona se automercantiliza para lograr la aprobación de otros, se aliena. En su conciencia están invertidas las relaciones fundamentales de valor. Kant sostiene que lo inmoral no es sólo instrumentar a otros sino también a uno mismo.

Un objetor podría señalar que la no instrumentalización es necesaria para la moralidad, pero no para el BSE: que el mandato (kantiano) de no tratar a las personas como objetos es específicamente moral. Como réplica, TGG señalan que hay formas de instrumentalizar que no son inmorales: como el que acumula basura o trabaja demasiado. Hay algo irracional o problemático en estas conductas. El problema no es moral, pertenece a la confusión entre VI y VNI, y se refiere al BSE de las personas. La afirmación moral no excluye la idea que instrumentalizar puede también constituir MSE. Si hago esto regularmente, no puedo tener amigos y esto pertenece a la constitución del BSE. Otra objeción es que lo anterior niega la afirmación obviamente verdadera que debemos ser eficientes. La réplica de TGG es que no niegan que debemos tratar de ser eficientes, que lo que niegan es que el único criterio de evaluación sea la eficiencia. Esta afirmación nunca es verdadera de una AV porque ésta es parte de una vida humana. Nótese que el asunto aquí es en qué consiste el BSE y no lo que lo causa. El término tratar es intencional, descripción-relativo o referido a aspectos. Debemos evitar concebir instrumentalizar como asunto de blanco/negro o todo/nada. Una persona típicamente se tratará a sí mismo, a sus AV, o a otras personas como VI en algunos aspectos o descripciones y no en otros. P. ej. tratar una persona como esclava no es equivalente a tratarla como objeto. Tratarla como esclava requiere reconocer su subjetividad y realidad de persona en algunos aspectos limitados. El amo sabe que el esclavo es una persona con un punto de vista subjetivo sobre el universo y que puede entender órdenes, ser castigado, humillado y dañado. Pero en otras descripciones, el amo no reconoce al esclavo como persona sino como una propiedad que puede venderse. Como resultado, lo que cuenta como tratar a alguien como si fuese sólo de VI puede tener diferentes formas culturales. La cortesía es un valor compartido por todos los pueblos, pero puede estar constituida de diversas formas. Tales diferencias no presentan problemas conceptuales, pero sí de medición. Puede sostenerse que necesitamos una concepción de BSE que sea fácilmente operacionalizada porque sólo así será útil para la política social y que los puntos sobre la instrumentalización planteados son de difícil aplicación en una teoría del BSE. La réplica de TGG es que, a pesar de estas dificultades, podemos operacionalizar la idea de que no deberíamos instrumentalizar nuestras vidas y AV y que hay varias maneras de medir el grado en que una persona se trata instrumentalmente. Tales medidas deberían formar parte de una medida global del BSE. Sin embargo, esta afirmación es sólo plausible en la medida en que estemos dispuestos a adoptar ciertas formas culturalmente adoptadas de instrumentalizar como dadas. Esto implica que en la medida en la que podamos operacionalizar y medir el BSE, se volverá menos pertinente como concepto clave de la crítica social. Operacionalizar el concepto significa aceptar ciertas normas culturales respecto a su constitución que una crítica social podría necesitar desafiar. TGG cierran el capítulo 2 de su libro reiterando que la concepción común de la racionalidad instrumental no permite lógicamente articular el VNI de los procesos de una vida. Para lograrlo, tuvimos que distinguir medios/fines de NNI/VI, dicen. Necesitamos la idea que los medios como tales pueden tener VNI. Sin esta distinción, este punto crucial es imposible. La idea de la autoinstrumentalización sólo tiene sentido dada esta distinción. La idea que nos podemos deshumanizar a nosotros mismos es pertinente para el BSE.

A la memoria de Gustavo Esteva,radical consistente

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