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“Ejército de gremlins metaleros” libera Radio Olmos, documental de rock de 1993

Alejandro Taranto cuenta cómo organizó un concierto en un penal y financió una filmación que ahora se distribuye como patrimonio cultural

Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Miércoles 19 de enero de 2022, p. 4

Para el momento en que el salto de las bandas argentinas a México se convirtió en algo posible, Alejandro Taranto ya estaba posicionado con una buena experiencia como manager, aunque admite que no fue el primero: Hubo bandas pesadas como Rata Blanca que fueron los que abrieron el mercado mexicano, luego detrás, de manera independiente y bajo mi managerato fue A.N.I.M.A.L, creo que es la agrupación pesada del país sudamericano que más shows realizó aquí entre 1995 y 2005, tocando en el Chopo, en hoyos funkis, desde el valle de Chalco hasta grandes discotecas de Guadalajara. El circo romano, con su pulgar para arriba o hacia abajo, es tocar en un tianguis un sábado al mediodía, por ejemplo, vi a Massacre, mis representados, y al público no le latió ni un poco, iban de soporte de Los Cadillacs.

Durante décadas, uno de los trabajos más importantes de Taranto estuvo, por decirlo de alguna manera, secuestrado por la persona que lo documentó: se trata del concierto en el penal de Olmos, una cárcel de la provincia de Buenos Aires, en la que un concierto histórico compuesto de grupos de heavy metal y punk lograron tocar en el patio, un 17 de agosto de 1993. El registro documental, una pieza histórica del rock hecho en Argentina que se presumía irrecuperable, fue presentada en línea y luego los fans lo subieron a YouTube, terminando con décadas de oscuridad, se puede ver en https://www.youtube.com/watch?v=fxT9ZrGFPno.

Taranto cuenta cómo es que terminó armando un festival en una cárcel de máxima seguridad: “Cuando surgió la propuesta de hacer una actividad recreativa, que llegó por parte de la tía de un interno, que evidentemente tenía una buena relación con el director del penal, yo quise hacer riff en Olmos, pero en ese momento era Pappo’s Blues, quería que grabaran un disco y tocaran con la población carcelaria como único público. La fecha que nos otorgaron fue martes 17 de agosto, cuando se la transmito a Pappo me dice: ‘¿Qué hago? ¿Voy a tocar a Olmos o al Madison Square Garden adonde me invitó BB King?’. Le dije: ‘Ni lo dudes, anda a tocar con BB King’. Al doblar la apuesta pensé en hacer un festival hasta antes de la caída del sol. Dos de los artistas que tocaron, Massacre y A.N.I.M.A.L eran de mi sello, luego hablé con los representantes de otros artistas, Hermética, Lethal y Attaque 77, Pilsen, más los ingleses UK Subs. Así que fueron siete grupos en total, todos tenían canciones alegóricas de la situación carcelaria, que generaron los momentos más álgidos, y no sucedió nada malo, afortunadamente.

“En caso de comparar con una prisión estadunidense o el Reclusorio Norte, por así decirlo, Olmos es una cárcel de la unidad número 1, fue y sigue siendo una de máxima peligrosidad. Los que han cometido crímenes más tremendos están encausados en ese penal, que tiene capacidad para 2 mil 500 personas, pero que ya estaba sobrepasada y alberga al doble. El hacinamiento es muy grande. Cuando yo llevé a cabo este festival, sin fines de lucro y financiado íntegramente por mí, sin apoyo de ninguna institución, fue una jugada muy osada y corrí con la responsabilidad de hacer ingresar a 155 civiles.

“Todas las bandas presentes en Olmos referenciaron lo carcelario, pero Hermética tenía en las letras de Iorio una literalidad, no impedida de poesía, como en la canción Robó un auto, cuando O’Connor canta: Jamás estacionó en su suerte / por eso no lograron detenerlo / Sólo el cielo de La Pampa lo vio / Como un rayo cruzar el desierto. Mientras el documental muestra la cruz de la capilla custodiada desde la azotea”.

No es exagerado decir que este documental estuvo cerca de no ser presentado nunca: En más de un momento en el lapso de 25 años pensé que nadie lo iba a ver, porque yo no lo había visto y eso que corrí con el gasto: 35 mil dólares de ese momento. Lo hice para devolver la generosidad que el rock había tenido conmigo, haciéndome ganar dinero con otros grupos. El título Radio Olmos nació cuando nos enteramos de que una de las actividades del penal era una estación de radio am en la que los internos contaban con sus propios programas.

El infinito ida y vuelta entre el director, que acaparó durante tantas décadas el material, y Taranto nos lleva hasta finales del año pasado, cuando finalmente fue estrenada online: “Luego de que la pasaran durante una semana en una plataforma digital de paga, el ejército de los gremlins metaleros empezó a subirla en múltiples servidores y a decirme que la película iba a ser divulgada gratuitamente, porque es patrimonio cultural del rock latinoamericano, y así llegamos hasta la actualidad. Por suerte se pudo ver. Dios es muy bueno, por eso existe la justicia divina, que es la única justicia en la que yo creo”.