En noviembre, el consumo interno retomó impulso y creció 1.1 por ciento respecto de octubre, reveló BBVA México.

El indicador específico del banco, que es medido por la totalidad de transacciones que tiene la financiera de mayor presencia en el país, evidencia que en el undécimo mes del año se retomó el impulso tras el lento dinamismo.

Los datos por componentes muestran una evolución positiva del segmento de bienes, que creció uno por ciento respecto del mes precedente y de servicios, con 1.5 por ciento más. BBVA refirió que estas cifras positivas se registran para un mes de noviembre con El Buen Fin más corto, siete días, mientras en 2020 el periodo de descuentos duró 12 días.

Los datos de consumo mensual en noviembre representan una señal favorable para el crecimiento del PIB en el cuarto trimestre, mismo que bajó 0.4 por ciento en el tercer trimestre del año respecto de la segunda tercia de meses de 2021, puntualizó de BBVA.

En servicios, explicó la financiera, el gasto en hoteles y restaurantes creció 4.1 por ciento, y superó en 19 por ciento al gasto en los mismos rubros durante el mes previo a la pandemia: enero de 2020.

El gasto en aerolíneas registró el mes pasado una caída adicional a la de octubre, con una variación porcentual negativa de 7.0 por ciento, lo que señala una posible ralentización del turismo internacional.

En el rubro de bienes, el gasto en alimentos creció 2.5 por ciento, mientras el relacionado con productos de cuidado de la salud se contrajo 0.2 por ciento, expuso el reporte.

Las compras en línea aumentaron uno por ciento, para consolidarse como uno de los sectores ganadores tras la pandemia, con 164 por ciento más al reportado en enero de 2020.

El consumo de gasolina creció 1.3 por ciento con respecto al mes inmediato anterior, y se ubicó 7 por ciento por arriba de su nivel previo a la pandemia, lo que marca una mejora en el cuarto trimestre del año respecto del tercero. El área de análisis de la empresa financiera agregó que si bien las señales son positivas para el cierre del año, la escasez de algunos bienes y el consecuente incremento en precios se mantienen como riesgos para un aumento del consumo.