Berlín. Socios del Bayern Múnich, de la liga alemana están descontentos por ver a su equipo aceptar ingresos de Qatar, país que atenta contra los derechos humanos, y llevarán su postura a la asamblea general anual del club. Es imposible saber cuántos aficionados están tras esta acción de protesta. Probablemente una minoría entre los 293 mil miembros oficiales. Pero en Alemania, tradicionalmente muy sensible a las cuestiones de ética deportiva, su voz cuenta.