La cineasta Marcela Fernández Violante explicó que tuvo que ampararse ante la extinción del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine), lo cual logró frenar con la suspensión provisional otorgada por Blanca Lobo Domínguez, titular del juzgado décimosegundo de distrito en materia administrativa en la Ciudad de México.

Ernesto Sánchez Fernández, hijo y abogado de la realizadora, dijo que el amparo se presentó a mediados de enero pasado, fue rápido porque solicitamos la suspensión; la maestra se amparó porque Fidecine daba acceso a la cultura; son derechos culturales los que consideramos lesionados así como los humanos, relacionados a la libertad de expresión y a la creación artística, y por supuesto, hay una cuestión sindical de por medio. Éstos, sostuvo fueron los agravios y el amparo se presentó a finales de enero; el abogado que lo encabezó es el doctor Eduardo de la Parra Trujillo, profesor emérito de la Facultad de Derecho.

Entre los argumentos figuraron que no se debió haber hecho de esa forma la extinción del Fidecine, porque era el único fondo que se establecía por ley.

Sánchez Fernández, resumió: Ahora es la suspensión, el amparo todavía está en espera; es decir, falta la resolución de fondo, pero sí se concedió la suspensión para que se evitara la extinción del Fidecine.

De hecho todavía falta la resolución del amparo, no se puede cantar victoria; si el amparo sale positivo ya las autoridades podrán presentar sus recursos o si sale el amparo en contra nuestra, también tendremos las diversas instancias como sería un amparo en revisión hasta llegar a las últimas consecuencias que sería la Suprema Corte de Justicia.

Por su parte, Marcela Fernández Violante sostuvo: Tuve que acudir a abogados profesionales porque ya está bueno de la situación en la que tienen a nuestro cine; ya está en marcha el amparo, vamos a ver cuál será la reacción.

De hecho, dijo, “se prefirió que fuera yo –quien encabezara el amparo– porque tengo un nombre prestigiado en la industria por la obra y los años de estar atenta a todo lo pasa en el cine”.

Esto ya era necesario; lo que sucedió con la pandemia, es que nos vino a dejar a todos encerrados y tenemos que movernos, porque han destruido todas las capacidades cinematográficas y eso no me lo perdonaría mi amigo Retes y muchos otros, de por qué no moví un dedo... tanta gente bonita, de creadores, que hubo en el cine mexicano.

El Fidecine, fue uno de los 109 fideicomisos que aprobó desaparecer, el año pasado, el Congreso de la Unión.