Este lunes se publicó la memoria económica del FC Barcelona de la temporada 2019-20, en la que salió a la luz un pasivo por mil 173 millones de euros, con una deuda a corto plazo de 729.5 millones de euros. El desolador panorama se explica por la pésima gestión de Josep Maria Bartomeu --quien renunció a la presidencia en octubre pasado--, agravado por el demoledor efecto de la pandemia.

El pago de salarios a una de las plantillas más caras del futbol mundial representa 74 por ciento de los ingresos del club, lo que deja poco margen de maniobra para sanar sus números. Por ello, Toni Freixa, candidato a la presidencia de la entidad catalana, ha señalado que el bien del equipo está por encima de su máxima figura, Lionel Messi. El argentino tiene el sueldo más elevado de la plantilla y su salida aliviaría un poco las finanzas.

Muchos socios quieren la continuidad de Messi, que ante tal panorama luce lejana. Su contrato termina en junio y se sentará a negociar tras la celebración de elecciones para designar al suplente de Bartomeu, cuya fecha está prevista para principios de marzo.

Los 729.5 millones de euros quedaron desglosados de la siguiente manera: 265 millones en deudas con entidades de crédito; 2.5 millones de euros en obligaciones y otros valores negociables; 164 millones en deudas con el personal deportivo y 298 millones en otros conceptos.

En traspasos adeuda 196 millones de euros a otros equipos: 48 millones al Ajax de Ámsterdam por Frenkie de Jong y 40 millones al Liverpool por Philippe Coutinho; por el brasileño Malcom, quien ya no es jugador del blaugrana, aún debe 10 millones al Girondins de Burdeos.

El Sporting de Braga y el Real Betis esperan 9 millones de euros respectivamente por Trincao y Juniro Firpo. A ellos se suman otros elementos que no militan en la actual plantilla como Arturo Vidal, Denis Suárez, José Arnáiz o Cucurella. A la larga lista se añaden 5 millones de deuda con el Atlético de Madrid por derechos preferenciales.

No todo es deuda, ya que el Barcelona debe recibir 46 millones de euros por jugadores que han salido en traspaso a otros clubes. El equipo calculó ingresos por 56 millones por taquilla, pues consideró que en febrero podría acudir 25 por ciento de aforo al estadio y llenar la mitad a partir de mayo, lo cual no pare-ce factible.

El club cerró el pasado ejercicio con una deuda neta de 488.4 millones de euros, pero la pandemia del coronavirus provocó una debacle estrepitosa y ahora el Barcelona debe negociar nuevas fechas de pago a sus acreedores.

La revelación de estos números revivió críticas a las gestión de Bartomeu, quien renunció en octubre del año pasado tras ser acorralado por los socios; sin embargo, las cuentas que entregó al irse fueron aprobadas sin pasar por la asamblea debido a la crisis sanitaria y aún está pendiente ese trámite.