Opinión
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Fuera del clóset navideño
¿H

ay algún género más temible que la comedia romántica navideña? Ejemplificadas en estado químicamente puro por Realmente amor (Richard Curtis, 2003), son películas que, bajo un aire falso de bonhomía, se dedican a explotar el lado sensiblero del espectador con golpes bajos de absoluto lugar común.

De ahí el mérito de Feliz novedad, segundo largometraje de la también actriz Clea DuVall, que aprovecha los tópicos del género para contrabandear un discurso de inclusividad. (Por una vez, el título en español supera en ingenio al original. Realmente se trata de una feliz novedad, la primera comedia navideña de tema gay).

El asunto comienza de manera convencional. La pareja formada por Abby (Kristen Stewart) y Harper (Mackenzie David) decide que la primera pasará las fiestas navideñas con la familia de la segunda. El único problema es que Harper no les ha dicho a sus padres sobre su sexualidad, y Abby deberá fingir ser su heterosexual compañera de cuarto. Ella acepta, pues está muy enamorada al grado de planear proponerle matrimonio a Harper el día de Navidad.

Una vez instaladas en la casa paterna, Harper se revela demasiado inclinada a participar de los conservadores valores familiares –el padre (Victor Garber) piensa lanzarse en una campaña para ser alcalde del pueblo–, por lo que Abby se siente ninguneada. El hogar es ciertamente intimidante con una madre (Mary Steenburgen) empeñada en que todo sea perfecto, una hermana esnob (Alison Brie) con marido e hijos negros que siempre compite con Harper y otra más medio freak (Mary Holland, también coautora del guion junto con DuVall), quien dedica su tiempo a escribir una novela de fantasía tipo El señor de los anillos. La situación empeora cuando aparece el ex novio (Jake McDorman) de Harper de su tiempo en la prepa.

El ocurrente guion combina esos elementos para crear una situación verosímil de conflicto, por el cual Abby se sentirá tentada a abandonar a su novia y pedirle ayuda a su mejor amigo gay (Dan Levy), para que acuda a rescatarla. Todo conduce a una crisis mayor, un momento abrupto de revelaciones que echará por tierra los planes paternos.

Feliz novedad funciona como caballo de Troya cinematográfico, capaz de sorprender a un público desprevenido y colarle el tema de la inclusividad gay, en medio de las convenciones genéricas. Así, no faltan los villancicos en la banda sonora, el ambiente nevado, el sabio amigo gay de la protagonista, el final apapachador, el triunfo de los buenos sentimientos.

Quizá la experiencia histriónica de DuVall le ha servido para dirigir con acierto a su múltiple reparto, poblado de actores más que solventes. En uno de sus raros papeles cómicos, Stewart (quien salió del clóset hace unos años) mantiene su habitual reserva, pero se muestra más vulnerable que de costumbre. Mientras Davis tiene su gran momento cuando, llorosa, le explica a su pareja las razones por las que se ha mantenido en el clóset ante su familia.

No le tengan miedo a Feliz novedad, una película que se gana a pulso sus buenos sentimientos.

D: Clea DuVall/ G: Clea DuVall, Mary Holland, sobre un argumento de Clea DuVall/ F. en C: John Guleserian/ M: Amie Doherty/ Ed: Melissa Bretherton/ Con: Kristen Stewart, Mackenzie Davis, Mary Steenburgen, Victor Garber, Alison Brie/ P: TriStar Pictures, Entertainment One, Hulu Originales, Temple Hill Entertainment. EU, 2020.

Twitter: @walyder