Para aterrizar una legislación que logre equidad salarial entre hombres y mujeres se requieren mecanismos de supervisión, lo que se puede lograr mediante fiscalizar a empresas e instituciones para verificar que se da esa condición, expuso Héctor de la Cueva, coordinador del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS).

Agregó que la propuesta que se discute en el Congreso de la Unión para regular la subcontratación es un avance, pero dejará muchos temas pendientes, como el insourcing o los contratos por honorarios y por proyectos, que también son usados de manera constante para una simulación laboral.

Sobre la iniciativa que se debatirá en el Senado para reformar 11 ordenamientos legales, incluida la Ley Federal del Trabajo, sobre igualdad salarial entre hombres y mujeres y la prohibición de cualquier discriminación de género en las remuneraciones, De la Cueva explicó que para hacer realidad la equidad se requieren disposiciones que establezcan mecanismos de supervisión, acompañados de medidas de protección laboral.

Si no hay supervisión adecuada de esas obligaciones, los empresarios tienen mil maneras de eludir. Este aspecto en muchas materias en términos laborales, en México, es una de las grandes debilidades. No es sólo lo que dice la ley, sino lo que se hace para que se cumpla. Primero debe haber una disposición que permita a instancias de equidad supervisar este tema, explicó.

Además, se deben prever acciones compensatorias para las trabajadoras, ya que promover la igualdad significa dar ciertas prerrogativas a quien ha estado en condiciones de desigualdad.

Acerca de la propuesta presentada por el Ejecutivo en la Cámara de Diputados sobre subcontratación, subrayó que los argumentos del sector empresarial sobre una posible pérdida de empleos, en caso de modificarse la legislación, son absolutamente ficticios, pues la necesidad de mercado sigue presente, pero sí hay riesgo de incrementar mecanismos de simulación.

“Algunos han hecho una amenaza cínica: ‘vamos a eludir las responsabilidades laborales de una manera u otra’. Por eso es positivo lo que se propone, pero es necesaria una reforma que cubra todas las expresiones del outsourcing”.