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Mengua su coeficiente intelectual

Anormal, ejercer violencia en niños como disciplina
 
Periódico La Jornada
Lunes 16 de noviembre de 2020, p. 22

El castigo corporal, la humillación y el uso de la disciplina muy estricta en los niños y las niñas puede tener efectos a largo plazo, entre ellos decremento en el coeficiente intelectual o incluso el consumo de sustancias tóxicas y, sobre todo reforzar en la persona que la violencia es un método útil para resolver los problemas, coincidieron especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Centro Especializado en Estudios Sicológicos de la Infancia (Ceepi).

Al celebrar que el Congreso de la Unión aprobó reformas en la materia para prohibir a padres y tutores ejercer agresiones de ese tipo contra los menores, destacaron su importancia, sobre todo en medio de la pandemia de Covid-19 debido a que han aumentado las agresiones contra los menores en los hogares.

Carolina Santillán Torres Torija, profesora de sicología en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, de la UNAM, expuso que enfrentar la pandemia y además sufrir violencia pueden ser indicadores de haber vivido eventos altamente estresantes en la infancia que podrían funcionar como un predictor de consumo de sustancias en la vida adulta, repetición de estos patrones de crianza, entre otras.

Susana Salazar Gómora, coordinadora general del Ceepi, mencionó que en muchas familias todavía se considera normal ejercer violencia contra los menores como método disciplinario.

Podría decir que de 10 pacientes de entre 6 y 12 años, en dos hay violencia física evidente: pellizcos, cinturonazos, etcétera; sin embargo, también puedo decir que en siete hay violencia emocional; es decir, que el menor vive humillaciones, rechazo y se les anulan sus emociones, dijo.

Indicó que en algunos casos se han identificado diferencias en cuanto al comportamiento de padres y madres con sus hijos, ya que ellos son un tanto más agresivos, son más contundentes en cuanto a los castigos; mientras las madres se rigen muchas veces por las amenazas o gritos.

Torres Torija destacó que en las generaciones actuales estas prácticas de disciplina verbal severa, castigos corporales y humillación han cambiado incluso hasta en algunos casos fomentar estilos de crianza más permisivos. Al respecto, resaltó la importancia de espacios como escuelas para padres, madres y cuidadores para conocer otros modelos y técnicas de crianza como el reforzamiento positivo, la economía de fichas, que es esta manera de reforzar a los niños a través de los premios, entre otros.

Salazar Gómora expuso que para tener una mejor relación con los hijos, se requiere paciencia y observarlos en función de su edad, es decir, que el lenguaje, las reglas, la instrucción deben ser de acuerdo con los pequeños, al igual que la actividad o tarea que le estás solicitando.