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Terminó la racha de 23 alzas salariales por arriba de la inflación
 
Periódico La Jornada
Jueves 12 de noviembre de 2020, p. 20

La racha de casi dos años de incremento mensual promedio de los salarios contractuales por arriba de la inflación concluyó. En octubre se observó una ligera contracción en términos reales –descontado el efecto de la inflación–, con lo que la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores quedó en pausa, de acuerdo con cifras oficiales.

Los salarios contractuales negociados en la jurisdicción federal aumentaron en promedio 4 por ciento en octubre. Al descontar el efecto de la inflación de ese mes (4.09 por ciento), resultó en un retroceso de 0.03 por ciento, según datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

Así, por primera vez en 23 meses el incremento de los salarios contractuales se negoció por abajo de la inflación, hecho que se da en medio de la crisis económica provocada por la pandemia de Covid-19.

No se igualó la racha de 24 meses observada entre enero de 2015 y diciembre de 2016, el periodo más extenso en años recientes, cuando se reportó que las revisiones contractuales de los salarios se ubicaron por arriba de la inflación.

En aquella ocasión, la racha culminó en enero de 2017 debido a los efectos provocados por la liberalización de los precios de las gasolinas, que disparó la inflación.

De acuerdo con la STPS en el periodo referido se realizaron 714 revisiones de los salarios contractuales, cifra que significó el número más alto en todo el año, pues entre abril y junio se realizaron pocos procesos debido a la pandemia.

En total 634 mil 538 trabajadores estuvieron involucrados en las revisiones salariales contractuales.

De las 683 revisiones realizadas en el sector privado, 145 mil 67 trabajadores de empresas privadas resultaron beneficiados con un aumento de 1.47 por ciento en términos reales.

Dicha cifra fue la más alta después de dos meses, por lo que el poder adquisitivo de los empleados de las firmas del sector privado se mantuvo. En contraste, los trabajadores del sector público vieron un efecto negativo al descontar el efecto inflacionario del aumento salarial, que fue de 0.48 por ciento.