A pesar de que una de las promesas, al aprobarse la legislación en materia de outsourcing –parte de la reforma laboral de 2012– fue que este modelo facilitaría la generación de empleo formal, las cifras de crecimiento de esas plazas son sólo 6 puntos porcentuales por arriba de las reportadas antes de la aprobación de dicha ley.

Carlos Alba, coordinador del seminario de Trabajo y Desigualdades de El Colegio de México (Colmex), explicó que si bien el modelo ha contribuido a un aumento de la generación de puestos laborales, el incremento es mínimo y precario y, en la práctica, la subcontratación se ha convertido en un candado para no subir el salario.

De acuerdo con las cifras de asegurados en el IMSS reportadas por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en siete años con la actual legislación en materia de outsourcing; es decir, en el lapso 2012- 2019 (que es la más reciente medición anual completa), el empleo formal creció 28.9 por ciento, al pasar de 15 millones 859 mil trabajadores a 20 millones 440 mil, antes de la crisis por la actual pandemia de Covid-19.

Mientras que en un periodo similar anterior (2005 a 2012), el empleo creció en 22 por ciento: de 12 millones 965 trabajadores formales a 15 millones 856 mil, esto a pesar de que en este periodo se registró una crisis mundial que ocasionó miles de empleos perdidos.

Por la forma en que se ha implementado, la subcontratación es un recurso usado para abaratar los costos laborales y quitar responsabilidad a los empresarios de sufragar la seguridad social y pensiones, agregó Alba; no obstante, consideró que la próxima iniciativa en esta materia no debe enfocarse a una eliminación del modelo, pero sí a su regulación.