Los planes se esfuman una mañana de pronto. Miguel Berchelt, campeón mundial en peso superpluma por el CMB, despertó un día con dolor en los músculos, las piernas, los brazos y dificultad para respirar, como si hubiera entrenado en exceso hasta agotarse. Un estado inusual que lo llevó a practicarse estudios de detección para Covid-19 que resultaron positivos.

Berchelt estaba entusiasta por volver al cuadrilátero en un esperado combate de gran escala, ante el también mexicano Óscar Valdez en diciembre. Esa pelea anhelada se diluyó en un instante, comenta el campeón.

Berchelt está en proceso de recuperación. Cuando habla se perciben aún las huellas del agotamiento que provoca la enfermedad. El peleador, un atleta ejemplar, dice extrañado que se siente exacto como el día después de un gran combate.

Doy una batalla más importante en estos días: la de mi vida, dice Berchelt; ahora mi preocupación es recuperar la salud y que no queden secuelas. ¡Puedes morir con esta enfermedad!

No niega que es frustrante interrumpir los planes que tanto anhelaba. Había cumplido con el entrenamiento de altura, se preparaba para la etapa de la estrategia y el boxeo con su entrenador, Alfredo Caballero, en Hermosillo. Y todo se derrumbó de forma atropellada.

Te das cuenta del riesgo real que tenemos todos, reflexiona; porque a pesar de que nos cuidamos, pues tenemos que vivir, pagar las cuentas, comprar los alimentos, en fin; no sabemos dónde podemos contagiarnos a pesar de las prevenciones y todo se esfuma.

Mientras está convaleciente no deja de ver funciones, como profesional, pero también con el interés de un aficionado. Ha seguido combates de peleadores que en algún momento podría enfrentar y no deja de admitir que hace falta algo. Pasión o entrega, lo que siempre quiere aportar un boxeador como él.

Tenía tantas ganas de mi próxima pelea, pero hoy tengo otra batalla que ganar y es la de mi salud. Recuperarme por completo. Después, ya pensaré en el boxeo, resume.