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En la recesión de 2009, tardó 8 años en recuperarse

Sin precedente, el golpe al empleo por la crisis sanitaria, señala el FMI
 
Periódico La Jornada
Viernes 6 de noviembre de 2020, p. 21

La crisis de Covid-19 dejará cicatrices en el mercado laboral mexicano, expuso el Fondo Monetario Internacional (FMI). Se espera que el desempleo alcance su máximo en la primera mitad de 2021 con una recuperación lenta y que las condiciones generales para los trabajadores se deterioren al grado de que, para la segunda mitad de ese año, la masa salarial –el total de sueldos pagados– haya caído 8 por ciento respecto al nivel anterior a la crisis.

El organismo explicó que las lentas recuperaciones del mercado laboral son una tendencia en México. En anteriores recesiones, el empleo mexicano ha tardado en recuperarse, acompañado de pérdidas permanentes de ingresos; en ninguna de las crisis de 1982, 1995, 2001 y 2009 volvió a los niveles previos, explicó.

El organismo contextualizó con el golpe asestado por la crisis financiera mundial de 2009, de menor magnitud que la actual, al mercado de trabajo en México, el cual implicó ocho años para que el desempleo bajara a niveles previos a la recesión.

Esta vez, la magnitud de la alteración del mercado laboral no tiene precedente y las consecuencias son inciertas, alertó el FMI en uno de los anexos de su evaluación anual a México, publicados esta semana.

El organismo consignó que los trabajadores formales que se quedan desempleados en una recesión en México y vuelven a trabajar un año después lo hacen 13 horas menos por semana y con ingresos 30 por ciento menores, según revelan las encuestas de empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Alertó también que en la coyuntura actual se debe estudiar más a la población no económicamente activa (PNEA), pero disponible para trabajar; la cual en condiciones normales no rebasa 7 por ciento de la población y ahora se disparó a 20 por ciento entre abril y mayo.

Comprender el comportamiento de estos trabajadores desanimados y otros miembros vulnerables de la fuerza laboral es clave para comprender el posible daño a largo plazo de la crisis, recalcó.

También consideró que el trabajo informal como amortiguador de la pérdida de empleo puede resultar menos contundente en el marco de la pandemia de Covid-19 que en otros periodos de crisis, dado que es común que dé trabajo en sectores que requieren contacto intensivo y con poca flexibilidad para el teletrabajo.