Comerciantes y vecinos denunciaron que integrantes de la Unión Tepito tomaron el frente norte del mercado Ampudia para instalar a decenas de ambulantes, quienes se han apropiado del carril de contraflujo del Metrobús en Anillo de Circunvalación.

Desde hace tres semanas su líder, de apellido Zurita, y ese grupo delictivo empezaron a invadirlo sin que ninguna autoridad intervenga, pues hasta la gente de Vía Pública de la alcaldía Venustiano Carranza lo aprovechó para quedarse con la parte sur, señalaron.

El temor a ser agredidos y hasta baleados, porque ese hombre anda bien armado y ya se fue contra algunos locatarios, dijeron, ha provocado que la gente no denuncie y quienes lo hacen corren el riesgo de sufrir las consecuencias, sin que el gobierno mueva un dedo.

Los denunciantes, quienes solicitaron mantener su nombre en el anonimato, explicaron que el edificio, conocido popularmente como el mercado de dulces de La Merced, está habitado por 50 familias, quienes se han convertido en rehenes.

Una situación similar enfrentan los comerciantes, pues aun cuando la zona siempre ha estado invadida de ambulantes, el frente se respetaba para la realización de maniobras, para sacar enfermos o salir en caso de un sismo, lo cual ahora no se podrá hacer, indicaron.

Las vallas colocadas por la alcaldía para evitar la invasión de Anillo de Circunvalación no han impedido que los ambulantes de otras calles y callejones de la zona se desdoblen, afectando el servicio del Metrobús, que tiene que abrirse con el riesgo de un accidente.

Hoy, aseguraron, vivimos una situación escandalosa por el crecimiento de ambulantes y el temor de que nos maten por alzar la voz, porque no tenemos forma de defendernos ante una autoridad omisa o comprada por ese grupo delictivo.

Los inspectores de Vía Pública de Venustiano Carranza han aprovechado para cobrar a los ambulantes de la nave mayor y el mercado de flores para ocupar algunos espacios, pero la denuncia en la alcaldía no sirvió de nada.

Algunas patrullas han llegado al lugar, pero cuando las ven se retiran y después vuelven a ponerse. Su número crece los domingos porque más gente viene a hacer sus compras y donde la pandemia no impide las aglomeraciones y riesgos de contagio, afirmaron.

En el callejón de Corella, desde hace tres meses, las noches de los domingos Zurita y su gente realizan grandes fiestas, donde corre vino y drogas, pero los patrulleros que llegan negocian y se retiran, luego de dar los nombres de quienes los denunciaron.